La docente de la escuela Nº 32 “Benito Juárez” dijo que luego del piquete en la ruta, les prometieron la construcción de una escuela nueva. Justamente, el viernes pasado, “se hizo la apertura de sobres en Paraná y seguimos en la espera legal. Una vez presentados los sobres tienen que evaluarlos y ahora estamos en espera de eso. Supuestamente y con viento a favor quizás tendríamos un inicio del edificio a fin de año”.
En tanto, la escuela funciona en un edificio de más de 80 años. “Es una escuela que fue concebida para poca capacidad de gente; ahora son muchos alumnos, mucho personal docente y por la demanda se construyeron, con la ayuda de los padres, aulas de paneles de madera. Pero esas aulas fueron provisorias, nada más que por unos meses”. Si bien se construyeron al inicio del ciclo 2006, aún funciona una de ellas. “Hemos aguantado todo el invierno pasado”, expresó.
El techo de esas aulas no tiene cielorraso y, en invierno, docentes y alumnos debían soportar las heladas. “A las ocho de la mañana el frío es tremendo y además cae todo el rocío, se mojaban los útiles, teníamos que estar moviéndonos y los alumnos nos pedían ir a dar clases al sol”, dijo la docente.
La escuela tampoco tenía mobiliario suficiente. “Hemos dedicado dos jornadas y gracias a una institución muy cercana a la escuela nos donaron tablas para que hagamos los bancos”. Aunque admitió que recibieron bancos este año, indicó que fueron “muy pocos”. Pero además, agregó que los bancos hechos por los alumnos se siguen usando para que queden como testimonio de la precariedad con la que trabajaban.
Falta de espacio
La sección de EGB 3 de la escuela Nº 9 “José María Gutiérrez” funciona en la planta alta en un mismo edificio que comparten con la primaria. Fabiana Bonín, delegada de EGB 3 de la escuela, dijo que “hay solamente un ingreso y egreso de todos los chicos”. En consecuencia, no tienen “salida de emergencia y las ventanas están enrejadas. En caso de necesidad extrema, no sé que pueden llegar a pasar. Los techos son paneles, lo cual es un peligro porque es un elemento muy combustible”.
La delegada también señaló que no tienen espacio suficiente y en vez de un patio, los alumnos pasan sus recreos en el pasillo. “Es un espacio que realmente lo necesitan y ellos lamentablemente no lo tienen”, señaló.
Aunque se adquirió un galpón amplio que se encuentra a pocos metros de la escuela, y se mencionó en algún momento que podría servir para construir un edificio nuevo, la delegada sostuvo que “todo eso está en proyecto”. Pero ellos requieren una solución sin demoras. “Estamos cansados de tantas promesas”, agregó.
La delegada aseguró que siente, al igual que sus compañeras, que no se sienten acompañados por los directivos. “En una de las tantas asambleas que se hizo vino el señor supervisor Saúl Dri a investigar que pasaba y sentimos que nuestro director no nos estaba apoyando porque había hecho arreglar una de las puertas. O sea que todas las denuncias que estábamos haciendo se nos vinieron abajo. Consideramos que actuó de mala fe”.
Eugenia, otra docente del mismo establecimiento, señaló que en una oportunidad tuvieron que suspender las clases porque las puertas estaban electrificadas. “Uno de afuera se horroriza y uno, como docente, naturalizamos el estado y no somos conscientes del riesgo que corremos. Eso es peligroso, cuando nos acostumbramos a trabajar de esa manera”. “Estamos resolviendo si volvemos a las aulas después de las vacaciones de julio”, agregó Bonín.
Inseguridad
Ricardo González, delegado de la escuela Nº 159 “Domingo Faustino Sarmiento” –conocida como “El Tero”- denunció que en la escuela se producen hechos vandálicos como roturas de vidrios y lanzamientos de piedras a los alumnos durante los actos escolares. “Tenemos que pedir un alambrado olímpico porque nuestra escuela es tierra de nadie”, expresó. “Entra cualquiera a jugar al fútbol y amenaza a los alumnos y al personal directivo. Un día entró un señor y empezó a los balazos. Al lado de la escuela murió una chica de 12 años de un balazo mientras estaba haciendo la tarea”, indicó.
“Cualquier mejora que logramos hacer en la escuela es para que lo roben, para que lo rompan. Hay una huerta y los mismos alumnos nos dicen: ‘profe, nos roban las verduras’”. González dijo que si bien es “la única escuela de EGB 3 y Polimodal que tiene edificio propio pero no dicen que es una casa, que tienen los baños pegados al comedor”, acotó.
