El acto, que se realizó en la sede del Comité Provincial, comenzó pasadas las 20.20 con el Himno Nacional Argentino y la marcha radical. Raimundo Kisser presentó a Alfonsín, que estuvo circundado por los candidatos a diputado nacional Gustavo Cusinato, a senador nacional Arturo Vera, a segunda senadora Estela Olalla, Zulema Mayer y a convencionales constituyentes Agustín Brassesco y Fabián Rogel.
Minutos antes Alfonsín había brindado una conferencia de prensa donde remarcó las diferencias del proyecto de Lavagna con el de las fórmulas Kirchner-Cobos y Carrió-Giustiniani.
En un diagnóstico de situación remarcó que Argentina vive una época de gravedad institucional con un sistema republicano y un federalismo “lesionados”.
Remarcó que, en economía, no se atienden problemas fundamentales como las tarifas de servicios públicos, la inflación y los subsidios y no hay distribución equitativa de la riqueza.
“Venimos a hacer un análisis de lo que nos ocurre”, dijo, y aseguró que los radicales están levantando las tribunas para buscar la paz social en una época de gravedad institucional “donde se niega a los partidos políticos, a las instituciones de la democracia y al diálogo. Es así como se llega a las confrontaciones insalvables y a las negativas irreductibles que generaron duros enfrentamientos y episodios violentos en el pasado”, advirtió.
En ese sentido manifestó que la familia presidencial (en referencia al presidente Néstor Kirchner y su esposa, candidata a presidenta por el Frente Justicialista para la Victoria) “ve a los partidos como corporaciones”.
Ante un salón colmado de simpatizantes, Alfonsín desplegó sus conocidas dotes de orador manejando su voz calma y persuasiva por momentos y con arengas fervorosas que arrancaron aplausos de pie.
“Algunos tontos hablan de nuestra muerte. El radicalismo no morirá jamás. Si esto ocurriera la sociedad argentina tendría que inventar un partido exactamente igual a la UCR”, clamó.
Resaltó la figura de Lavagna como un hombre que tiene experiencia al servicio del país. “Fue secretario de comercio exterior de mi gobierno y lo hizo muy bien, durante la Alianza fue embajador ante la Unión Europea y jefe de la misión ante Naciones Unidas en Ginebra. Lo llamó Duhalde como ministro de Economía y nos salvó del tsunami, del corralón, el corralito y el que se vayan todos. Siguió con Kirchner e hizo el canje de la deuda más espectacular que se conoce en el mundo y se fue cuando se cambió el rumbo”, enumeró.
Acto seguido diferenció su candidato de la oferta electoral: “Cristina Kirchner es activa e inteligente, pero es iracunda. Hay que dejar de crispar a la sociedad y a la política”. En tanto calificó a Elisa Carrió como una “enemiga de la UCR” e “hipócrita”.
Asimismo aseguró que el oficialismo quiere que la fórmula de Carrió quede segunda “porque le puede ganar fácil porque, entre otras cosas, a la doctora le falta estabilidad emocional”.
En tanto posicionó a Roberto Lavagna como un hombre fuerte para enfrentar a Cristina Kirchner en segunda vuelta e instó a los radicales a trabajar duro en esta última semana de campaña para lograrlo.