Alfonsín, decididamente a favor de encolumnar el partido detrás de Lavagna

“La Convención Nacional del radicalismo elaboró un programa realmente importante que fue aprobado en la convención y para poder llevarlo adelante autorizó al partido la realización de gestiones en busca de una coalición que permita concretar las aspiraciones”, señaló el ex-presidente.
“Lo primero que habrá que hacer es juntarnos con los sectores que estén de acuerdo con el propósito de ver si también acordamos los aspectos programáticos”. Entre ello, situó a Roberto Lavagna.
Cerca de 50 concurrentes, en su mayoría dirigentes del radicalismo local y regional, siguieron con atención las expresiones del ex-presidente. Respecto de los intendentes y gobernadores que adhirieron al proyecto del kirchnerismo, señaló: “van a ser bajas, no diría que se va producir una fractura pero van a ser bajas”. Pero no adelantó si van a haber medidas disciplinarias y dejó esta cuestión en manos del tribunal de conducta del partido.
Alfonsín aseguró que sigue levantando “banderas fundamentales de la UCR”. “No he cambiado para nada mis ideas, mis concepciones, ni mis ideales ni mis principios”. Pero a renglón seguido, expresó que “cualquier político sabe que lo que tiene que hacer es concretar esos ideales y esos principios”.
El ex mandatario no tiene inconvenientes de apoyar una formula que surja del radicalismo, pero manifestó sus reservas respecto de la posibilidad de hacer una buena elección. “Tal vez tuviéramos que seguir resignándonos a un dígito y esto podría producir un éxito importante del radicalismo”, expresó.
Trasuntó que el gobierno nacional tenía algunos cálculos electorales previos al acercamiento a Lavagna. “El gobierno estaba pensando en sacar un 60 %, un 20 % sacaría la derecha y poner en la cola a una serie de partidos con un dígito. Con la aparición de Lavagna, esto ha cambiado absolutamente y podemos aspirar a llegar al ballotage, y se llegamos al ballotage, ganar las elecciones”, señaló.
No descartó asociarse a otros partidos, como el Socialismo; el MID (Movimiento de Integración y Desarrollo); y otros sectores sociales. “Soy fervoroso partidario del cooperativismo, creo que hay que vincularse en todo lo que se pueda a estos sectores”, sostuvo.
Rodeado por diversos dirigentes que pretenden alcanzar los escaños institucionales en las próximas elecciones –estaban presentes Gustavo Cusinato y Arturo Vera, precandidatos a gobernador; Horacio Giorgio y Ricardo Larocca, precandidatos a intendente-, Alfonsín no descartó el armado de posibles alianzas a nivel provincial y local, pero aclaró que no era de su incumbencia. “La Convención Nacional puede ocuparse de candidaturas nacionales, nada más. En cuanto a las candidaturas provinciales y municipales, la disposición debe tomarla la Convención de cada provincia o el Congreso. Esto queda liberado a la opinión de cada uno”.
No obstante, vaticinó augurios favorables entre la concurrencia. “El radicalismo de Entre Ríos, mirándolo de afuera, tiene una gran oportunidad de llegar al gobierno. Pienso que la división del peronismo abre esa posibilidad”, expresó.
La presencia de Alfonsín trae inevitablemente una de sus obras más criticadas en la historia del radicalismo: el Pacto de Olivos. El ex presidente volvió a defender ese acuerdo con el ex presidente Carlos Menem. “Venía una Constitución votada por el Senado con reelección indefinida, había un plebiscito que iba a ganar Menem rotundamente; había gobernadores radicales que se habían sumado a la reelección. De modo que lo que hicimos fue evitar esa Constitución y llevar adelante una Constitución como la gente”, expresó.
Si bien expresó que Menem se encaminaba sin dudas a la reelección indefinida, y con el pacto lograron limitar a cuatro años más “lo que ya era un desastre” -agregó que él no lo votó al riojano-, admitió que el costo político lo pagó la UCR. “No fue entendida esta posición por muchos sectores”, explicó.
“Ahora, el presidente está hablando mucho contra el Pacto de Olivos y eso me asusta”, dijo el viejo caudillo radical. Le recordó a Kirchner que fue convencional constituyente, Cristina Fernández de Kirchner también. “Evidentemente, esto señala alguna intención que a mi preocupa porque apoya las reelecciones indefinidas de los candidatos provinciales”. Citó el caso de José Alperovich en Tucumán, Carlos Rovira en Misiones.
“No vaya a hacer cuestión que se le ocurra hacer lo mismo con esto de criticar al Pacto de Olivos, buscar una reforma de la Constitución que también lo establezca para la Nación”, previno.
También tuvo tiempo para referirse al episodio del gobierno de De La Rúa cuyos coletazos judiciales están en pleno auge: las coimas en el Senado. “El radicalismo acepta su historia sin beneficio de inventario. Creo que el gobierno de De La Rúa nos hizo un daño muy grande y pienso que si la Justicia determinara que hubo sobornos, sería una vergüenza política”, sostuvo.
Inmediatamente, agregó: “aceptamos la historia como es y le jugamos a cualquier partido político a ver quien ha hecho más al servicio de la Nación argentina”. Esta frase arrancó numerosos aplausos de los presentes, muchos de los cuales habían desfilado minutos antes de la conferencia para sacarse una foto con el viejo caudillo.

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