Los alfabetizadores recién ayer recibieron los materiales cuando, paradójicamente, faltan 20 días para que se termine la primera etapa. “Son imprescindibles para la acción educadora de enseñar a leer y escribir a jueves y adultos”, indicaron en un comunicado.
No dejaron de mencionar que trabajan en los barrios “en soledad” sin ningún tipo de “contención” tanto de Cafesg como de las restantes instituciones involucradas. En la nota se señala que hay «ausencia de las autoridades encargadas del programa, a la hora de tomar decisiones en los momentos críticos”. Además enfatizaron que hay hay “desinterés”.
González destacó la buena disposición de la coordinadora del programa, Alejandra Tomat, pero también recalcó el “desgaste” que implica la tarea que realizan en forma diaria. “Ellos escucharon las inquietudes nuestras pero nos vamos con ninguna respuesta de las que piden los colegas nuestros. Más que nada hay colegas que dependen de esos $ 255, no estoy hablando de cifras astronómicas”, señaló González.
Para el alfabetizador, la cifra que abona Cafesg por enseñar a leer y escribir en los barrios “es mísera”. Y atribuyó la tardanza de tres o cuatro meses en abonar a: “una razón miserable humana”.
De todas formas, no están dispuestos abandonar los centros. “Es una responsabilidad con la que nosotros cargamos y la vamos a cumplir con total respeto por nuestros alumnos”, indicó. “Ellos se encuentren afectados porque están inseguros y con incertidumbre, pero quiero dejar en claro que vamos a seguir cumpliendo con nuestra actividad de ir a los centros e ir a darles clases a ellos”, expresó González.