Fernández habló ante la 76ª Asamblea General Ordinaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de un mensaje grabado, en su segunda participación en su carácter de jefe de Estado en una reunión plenaria del organismo internacional.
Los últimos trazos del mensaje fueron delineados por el Presidente durante una reunión que mantuvo ayer en la Casa Rosada con el flamante canciller Santiago Cafiero.
En su mensaje, el primer mandatario reclamó la necesidad de una «reconfiguración» de la arquitectura financiera global, en el marco del rol que ha jugado el FMI en los últimos años en el mundo y en el territorio argentino en particular.
Sobre este tema, requirió una solución al problema de las deudas insostenibles de los países de renta media, al generarse un endeudamiento «tóxico e irresponsable» con Fondo, como el que se registró durante la administración de Macri.
«Argentina fue sometida a una deuda irresponsable con el FMI; los recursos otorgados equivalen a lo que el organismo destinó a 85 países para enfrentar la pandemia. No hay criterio que justifique tal aberración», señaló el primer mandatario.
Remarcó el impacto mundial de la pandemia, que sacó a la luz la desigualdad e inequidad que existe entre los distintos países, y que está reflejado no solo en la producción y distribución de vacunas contra el Covid-19 sino también en sus consecuencias económicas y sociales.
En ese punto, insistió en que será «fundamental» concentrar los esfuerzos para que la reconstrucción pospandemia se concrete de manera equitativa, y destacará que ese flagelo también ha generado una crisis de derechos humanos, con la consecuente generación de más desigualdad en términos de género y discriminación hacia las minorías.
De cara a esta situación, el Presidente exhortó a renovar los esfuerzos y trabajar para tener sociedades más justas, equitativas e igualitarias.
Además abordó en su mensaje los problemas que genera el cambio climático, como también sus consecuencias, e instó nuevamente a asumir el compromiso necesario para atender la amenaza que representa para el futuro, al tiempo que hará un detalle de los compromisos asumidos para la defensa del medio ambiente.
Al aludir al flagelo mundial que significa el terrorismo, señaló que la lucha contra el terrorismo se debe dar respetando el derecho internacional y reiterará el pedido de colaboración para poder llegar al esclarecimiento del atentado a la AMIA, del 18 de julio de 1994, que arrojó un saldo de 85 muertos.
El mandatario dedicó un capítulo de su discurso para reafirmar los derechos inalienables de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
En ese contexto, renovó el pedido a la comunidad internacional, y en especial al Reino Unido, a que se cumpla lo establecido en la Resolución 2065 de Naciones Unidas sobre esa cuestión.
En esa resolución, aprobada el 16 de diciembre de 1965, la Asamblea General de la ONU reconoció la existencia de una disputa de soberanía entre el Reino Unido y la Argentina en torno a las Islas Malvinas y estableció que el caso se encuadra en una situación colonial que debe ser resuelta.