ALASINO: “Si los otros jueces eran de la servilleta de Corach, este (Rafecas) es juez de la servilleta de Kirchner”

El ex presidente del bloque de senadores justicialistas anticipó en declaraciones formuladas al programa “El tema del Día”, conducido por Juan José Cornú, que con la reactivación de la causa por los supuestos sobornos en el senado nacional, se ve obligado “a entrar de nuevo en la vieja pasión, que es la política”, subrayando que cuando comenzó a militar en la facultad “entré buscando justicia y de ahí no salí nunca mas”.
Alasino insistió con que el autor del famoso anónimo que lo incriminaba fue el ex senador entrerriano Héctor Maya, “que me echaba la culpa de haber perdido las elecciones (como candidato a gobernador en 1999)” y que habría sido ayudado por el riojano Jorge Yoma, este último, “por lo menos para divertirse”.
El hombre fuerte del senado menemista criticó al diario Clarín por haber publicado dicho anónimo, “cosa que no lo podría haber hecho ningún diario serio, pero lo hizo por venganza”, ya que “los argentinos ven gratis el fútbol de la selección gracias a mi, o (mejor dicho) a nosotros”, en referencia a los senadores peronistas que permitieron, a través de una Ley, “que los partidos de la selección (nacional de fútbol) fueran gratis y se vieran por aire”.
Según Augusto Alasino, esta norma arruinó “un negocio de 240 millones” ya que el grupo CLARIN “tenía el monopolio del fútbol. Pero nosotros hicimos una ley que declaró al fútbol como hecho cultural. Y como tal, el derecho a que sea visto por todos y por aire”.
Aclarando que “la otra ley es la de los Bienes Culturales, esa ley se la armó a (Eduardo) Duhalde, ese grupo empresario, para que pudiera pagar las cuentas”. Alasino incluso afirmó que el monopolio había peticionado la norma a los propios legisladores, “pero nosotros no se la dimos, porque aparte no había decisión de beneficiar a una empresa a costa de un montón de plata que debía. Y fuimos declarados enemigos públicos Nº 1 de ellos”.
Según su visión, “algunos medios importantes están interesado en que esto sea verdad, (ya que) a la empresa que hablamos (Clarín), ni una nueva ley de Defensa del hecho Cultural la salva del pleito”, si se confirmara que es todo mentira.

Supuesto armado del anónimo

El ex senador por Entre Ríos subraya que el anónimo es utilizado fundamentalmente por el ex vicepresidente Carlos Álvarez, “en su pelea política con (el presidente Fernando) De la Rúa”.
Según la irónica mirada de Alasino, “Chacho” Álvarez fue atacado “por el síndrome del vicepresidente de este país. Lo que (también) le pasó a Scioli: no tienen nada que hacer, se ponen a dar vueltas y hay que retarlos. Por eso Kirchner lo puso en caja a Scioli”.
El ex legislador incluso dice saber como fue el armado de la nota sobre el arrepentimiento de Mario Pontaquarto.
Por primera vez, Alasino informó que “en febrero del año 2004, denuncié ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington, la maniobra que estaba armando la SIDE con Pontaquarto, sobre el tema de los supuestos sobornos en el senado”. Remarcando que “esa denuncia la hice con tal seguimiento de pruebas, (al punto) que la Comisión me admitió la denuncia y la puso en estudio”.
En esa presentación Alasino puntualizó “que a Pontaquarto no le pagó la revista TXT, (publicación) que no solo era insolvente, (sino que también) aprovechaba el buen nombre de (Adolfo) Castello que era el director”.
Según Alasino, “la dueña es una uruguaya, que sacó plata negra argentina”, lo cual estaría documentado con una copia “del expediente, del off–shore que hace la asamblea y se compra la editorial”. Agregando que “la SIDE paga y al poco tiempo la revista desaparece, y nadie queda como responsable”.
Con estas pistas, Alasino narra que “ahí le seguimos toda la actividad a Pontaquarto y fundamentalmente su amigo (Alfredo) Bravo y Vilma Ibarra, la que decían que era compañera de Chacho Álvarez”.
Según la narración de el ex legislador, “(Vilma) Ibarra y su hermano, le llevan el paquete armado a Alberto Fernández, (actual Jefe de Gabinete) todo dentro de una perversidad enorme”, subrayando que “todo esto esta probado y lo tenemos denunciado”.
Para Alasino, “Anibal Ibarra intenta recuperarlo al Chacho Álvarez” pero para eso necesita que “el anónimo sea cierto”. Ya que “si el anónimo es verdad, el Chacho se fue bien y puede volver. Entonces arman la historia con Pontaquarto y le pagan”.

Aparece Pontaquarto

En declaraciones formuladas al programa “El tema del Día” (FM Activa), Alasino no dudó es afirmar que “Pontaquarto es un arrepentido armado, un tipo que cobró para decir lo que dijo”. Afirmando que “lo han hecho declarar como 10 veces, porque van apareciendo contradicciones y tiene que ir respondiendo sobre ellas”. Esto se debería a que, por mas que lo intente “la SIDE no puede armar la vida de 30 personas durante un mes, es muy difícil”. Y es allí “cuando las cosas no coinciden, que lo llaman a Pontaquarto, lo hacen declarar y corrigen de acuerdo a las pruebas que aparecen”.
Mario Pontaquarto se hizo cargo de lo que decía el anónimo, hasta el momento del reparto del dinero.
El ahora procesado asegura también que “(Mario) Pontaquarto un día se les disparó de Buenos Aires, porque quería más plata. Y lo fue a buscar la chica de (María Fernanda) Villocio y el editor de la revista, en avión al pueblo de él. Porque querían filmarlo, ya que la SIDE les había dicho que la declaración sola no servía. Tenía que estar filmado para que no se eche atrás y Pontaquarto no quería que lo filmaran, pero lo van a buscar, arreglan de nuevo otro precio y lo filman”.
Luego de eso, el “arrepentido” declara por primera vez ante Oyharbide, “le dice que tiene un papelito en donde están los nombres de los que cobraron, el juez le dice que se lo entregue” pero Pontaquarto explica “que no sabe donde lo tiene”.
Según afirma Alasino, “sale de ahí, va lo Anibal Ibarra, a la intendencia de Buenos Aires, y arman el papel. Y con instrucciones de la SIDE, para que no se pueda averiguar ni la máquina que escribió los nombres, ni la mano que escribe los números. Ni la edad, ni el tiempo, ni quien lo escribe”. Pero a pesar de las indicaciones del servicio de inteligencia, “lo primero que hacen cuando lo llevan es peritarlo y sale falso”.

La historia del juez Rafecas

Alasino se muestra convencido que “desde que se hizo el anónimo hasta ahora”, la historia tiene “un final anunciado”, y que la resolución tomada por el juez federal Daniel Rafecas “era una cuestión ya casi cantada”.
Incluso no dudó en acusar al magistrado de tener una estrecha vinvulación al gobierno. “Si los otros jueces eran de la servilleta de Corach, este (Rafecas) es juez de la servilleta de Kirchner”, dijo.
Argumentando sus afirmaciones, Alasino explicó que “Rafecas tenía acuerdo para ir a un tribunal superior, a una cámara. La dejó sin efecto y fue a este tribunal, donde además de la causa nuestra”, habría otras de interés para el matrimonio Kirchner.
Alasino también repitió que esta “mal procesado, porque contra mí no había ninguna prueba. Cuando nos citaron a declarar a mí y al señor Galván, nos citan porque éramos los responsables de los bloques, era una responsabilidad objetiva y no subjetiva”, pero asegura que la determinación conocida ayer “intenta tironear para asimilar la situación de otros. Esto es Estafa Procesal, para nosotros no es confiable de todo el juez”.
Por último prometió volver a la arena política, ya que “me obligan”, aludiendo puntualmente a esta causa judicial, pero también criticando algunas medidas del ámbito provincial.

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