Para el operativo de rescate se asignaron dos naves de superficie equipadas con "sonar". Se trata de una técnica que se vale de la propagación del sonido debajo del agua para detectar el rebote de las ondas en otros buques mientras una aeronave de reconocimiento también fue afectada a la búsqueda.
El submarino estaba operando junto a otras unidades de la flota de mar, en tareas de control de la zona económica exclusiva. En ese marco, un incendio en el banco de baterías complicó la situación y dejó a la tripulación incomunicada.
La Armada informó en un comunicado que trabajan en la búsqueda "una aeronave Tracker de la Base Aeronaval Comandante Espora, y una de la Escuadrilla de Vigilancia Marítima B-200 desde la Base Aeronaval Punta Indio".
Asimismo, desplegaron "el despliegue del Destructor ARA Sarandí con un helicóptero embarcado y la corbeta ARA Rosales, ambas del Comando de la Flota de Mar, que se encontraban navegando en control de los espacios marítimos de interés en el mar argentino, y la corbeta ARA Drummond de la División Patrullado Marítimo".