Entre los datos aportados hoy por el INDEC en relación a la crítica perfomance de la economía en el mes de junio y la relación con lo que ocurre en Concordia es que, entre los rubros que más contribuyeron en la caída, está el comercio que cayó en el interanual un 8,4 %.
Vale destacar que esta caída interanual de Junio representa la mayor contracción en la era Macri, restando solo un mes para entrar oficialmente en recesión luego de dos bimestres consecutivos de caída.
Asimismo vale destacar que esta caída del 6,7 % es solo comparable a lo ocurrido en 2009 con la diferencia que, en aquel momento fueron, no los errores propios sino la crisis internacional.
En el caso de Concordia, el titular del Centro de Industria y Comercio, Diego Lago señaló que la situación es cada vez más preocupante y las esperanzas de mejora se esfuman. Piensa que el dato sobre el cierre de comercios en la ciudad se agudizarà en los próximos meses.
EL PREOCUPANTE COMBO ECONOMICO
Ayer el Banco Central informó que la fuga de capitales alcanzó en julio los 3351 millones de dólares, con lo cual, acumuló en los primeros siete meses del año 20.028 millones de dólares, o sea, el doble que en igual lapso de 2017.
Imposible no relacionar este nivel extraordinario de fuga con el endeudamiento y devaluación permanente, que el Gobierno no puede o no quiere ponerle coto.
Un dato elocuente es lo que pasa ya no solo con los grandes grupos económicos que hacen su agosto con la divisa, sino con el ciudadano con alguna capacidad de ahorro que, de acuerdo a la información oficial aportada por el Central ha comprado de billetes por un total de 3693 millones de dólares y fueron realizadas por 1.350.000 clientes, lo que implicó un aumento de 240.000 clientes respecto a lo observado en junio previo. Se trata de niveles entre los máximos históricos.
A esta situación terrorífica se le debe sumar la brecha cada vez mayor entre exportaciones e importaciones, esto es, la balanza comercial que, en julio y según datos oficiales registró un saldo negativo de 789 millones de dólares. Fue el decimonoveno mes consecutivo con números en rojo.
Ese rojo no es el producto de la importación de bienes de capital como podría ocurrir en una economía en expansión como sucedía en tiempos del kirchnerismo, sino debido a la compra de bienes de consumo, o sea chucherías, que subieron 11 puntos, desplazando producción nacional.
En otras palabras, en solo 211 días el saldo comercial alcanzó el déficit proyectado en el Presupuesto para todo el año 2018.
Durante los primeros siete meses del año, la salida de divisas por el frente comercial escaló hasta los 5867 millones de dólares, un 74,5 por ciento más que el mismo período de 2017 (3363 millones).
Por si faltaran datos preocupantes, el ex presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, dijo que “el préstamo del FMI no alcanza”.
Y agregó, “Yo no sé cuánto va a valer el dólar ni cuándo explotan las Lebac pero era crónica de un final anunciado”. “Pasamos el papelón de que el mismo gobierno que puso las Lebac ahora se las quiere sacar de encima. Esto no es la pesada herencia, señaló no es algo que dejaron los ex presidentes del Banco Central, Alejandro Vanoli o Mercedes Marcó del Pont. Esto lo dejó el mismo gobierno”, en referencia al desplazado Federico Sturzenegger.
Para rematar anunció una inflación cercana al 35 %, una nueva devaluación que llevará el dólar significativamente por encima de los 30 pesos (se habla de un dólar rozando los 40) y la persistencia de una tasa de interés elevada.
Lo increíble es que podrían volver a las políticas llevadas adelante por Cristina en relación a la necesidad recaudatoria, o sea, la vuelta a las retenciones al campo.
En ese sentido, Melconian anticipa “Devaluación con retenciones. Si el presupuesto no cumple con el objetivo de disminuir el riesgo país y bajar la dolarización, esa es la alternativa que te queda”