Al día siguiente de fallecer una vicedirectora, docentes deben ir a trabajar en una ciudad sin terapia intensiva

Hill era parte del equipo directivo de la escuela y debía asistir a las guardias mínimas para garantizar la escuela abierta. No obstante, Martínez dijo que el hecho de que se haya contagiado o no dentro de la escuela es un debate que pasa por otro lado. “Nosotros lo que nos interesa es que perdimos una compañera; seguimos perdiendo docentes y no se tiene en cuenta lo que están pidiendo las autoridades de salud de acá de La Paz”, indicó.

Martínez dijo que el año pasado no hubo contagios pero sí este año con el retorno de la presencialidad. “Comienzan a aparecer los casos. Es la circulación n de gente que lleva la escuela. Es lo que estamos diciendo y lo que el Coes también está diciendo, es bajar la circulación de la gente acá en La Paz porque uno de los factores que moviliza mucho es la escuela también. El tema del transporte, los chicos, el colectivo urbano. Hay un protocolo pero las autoridades no están haciendo mucho hincapié en eso sino no estaríamos con colectivos a horas pico de traslado para gurises repletos”, remarcó.

En La Paz hoy se retomó la presencialidad. “Tenemos compañeros en las escuela de manera presencial por el apriete de que iban a ser cargados, literalmente así como salió en el comunicado, como ausentes”, indicó. Martínez dijo que muchos docentes decidieron concurrir a clases ya que, de lo contrario, no solo se les descuenta el salario sino que repercute directamente en la carrera docente en cuestiones como el concepto.

“La verdad pensé que íbamos a tener un poquito el valor humano de la solidaridad poniendo de manifiesto lo que nos ha pasado tan de cerca. Pensé que íbamos a ejecutar lo que vienen solicitando las autoridades que tienen competencia de continuar una semana más con la virtualidad”, señalaron.

No obstante, se encontraron con un “apriete” del CGE a los docentes. Martínez remarcó que mientras maestras y alumnos tienen que estar en la escuela, en la administración pública trabajan de manera virtual o con burbujas. “En la departamental de acá están trabajando por turnos. No tiene todo su personal de manera presencial sino que trabajan con burbujas”, indicó.

Por otra parte, en La Paz, el hospital “9 de Julio” desde el año pasado, cuando se conocieron la sobrecarga en que se somete al sistema de salud por la pandemia en todo el mundo, comenzaron a pedir una unidad de terapia intensiva. La vicedirectora aguardó en vano un traslado tanto a la parte pública como privada pero fue una espera en vano. “Nuestra compañera quizás, si hubiera tenido la posibilidad de ser trasladada o tener nuestro hospital lo que necesita, la realidad de ella sería diferente”, indicó.

Ya hubo problemas hace algunas semanas con la provisión de oxígeno y las camas disponibles. “No se puede trasladar a otras localidades que tienen un poco mas de complejidad”, dijo. Usualmente, se hacen traslados a Paraná, a dos horas de viaje. De hecho, la complejidad del nosocomio paceño es muy básica, a pesar de ser la ciudad cabecera del departamento. Martínez dijo que cualquier situación de complejidad se hace la derivación.

Por último, la secretaria general de Agmer La Paz, recibió el jueves pasado un comunicado del grupo autodenominado Padres Organizados para una charla con personal de Sañuda para el día siguiente. Pero no pudo asistir porque debía participar del Congreso de la entidad que se hizo el viernes.  No obstante, tenía previsto asistir. Martínez recalcó que esa invitación debería haberse hecho antes de la marcha que se hizo dado que se armó una “confrontación innecesaria” con los padres. Los docentes se sienten “vapuleados” ante los comentarios que se publican en las redes sociales.

Martínez dijo que no se cuestiona el derecho de los padres a reclamar la educación de sus hijos sino la manera, los modos, en que lo exteriorizan. De hecho, dijo que un hecho que estuvo al borde de generar el repudio de la seccional fue que “el día que sale la marcha en reclamo de presencialidad, el grupo de padres organizados pone como punto de partida la escuela que nuestra docente trabajaba”.  “Ella diputándose la vida en una cama del hospital y un grupo de padres solicitando la presencialidad en la misma escuela donde trabajaba la compañera. Eso cayó muy mal”, remarcó.

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