Hoy sus acciones deberían ser calificadas como desopilantes si no se tratara del nodo de corrupción que está desarticulando nuestra organización social, conduciéndola a un abismo que aún no hemos explorado, pero que se anticipa disolutorio.
Es tan degradado el nivel actual del otrora máximo tribunal de justicia, que se presta a gestos tan humillantes como por ejemplo que Magneto les da la orden que anulen las medidas de gobierno que regulan los precios tratando de contener la inflación y los cuatro obsecuentes le conceden automáticamente los deseos al nefasto permitiéndole que pase por encima de todos, aumentando los precios de sus empresas, Telecom Personal, por ejemplo, al nivel que el perverso desee.
O que se involucren groseramente con decisiones soberanas del Congreso, hasta las menores, anulando cualquier resolución que afecte los intereses de la fuerza política del nefasto ex presidente.
Mientras tanto nuestro inefable primer mandatario, cambia pañales de su nuevo heredero, y solo está preocupado en representar un auto imaginado rol de ‘estadista dialoguista’ cuando la gran mayoría de los argentinos, (en esto hay que ser sinceros, no hay grieta), casi unánimemente, lo vemos como un ALVERSO cualquiera.
¿Cómo se revierte esto? La verdad, ni idea, aunque si tuviéramos un presidente con lo que hay que tener, podría explorar el mismo camino de los DNU que transitó Macri, para formar esta corte de delincuentes; duplicarla, por ejemplo, y después, recompensas mediante, como es de estilo en nuestros legisladores, convalidar lo que sea. Algo a lo que se animó hasta el mismísimo antecesor en estilo de Fernández, De la Rúa, cuando compraba voluntades parlamentarias con la ‘banelco’ ¿Se acuerdan?
LA SELECCIÓN RECHAZA LA IDEA DE IR AL BALCÓN, ALGO QUE A LA DISTANCIA ES EQUIVALENTE AL “QUE SE VAYAN TODOS”.
La fenomenal e inédita explosión popular de estos días por el logro de la tercera estrella mundial de futbol, obtenida por un grupo entrañable de héroes populares que nos hicieron recuperar por un momento la autoestima, la alegría, y de paso evidenciarnos que la ‘grieta’ es una construcción perversa de los merdimedios de incomunicación masiva, sirve, entre otras cosas para mostrarle a nuestra ‘clase política’ el enorme y creciente sentimiento de rechazo que esta experimentando nuestro pueblo contra los miembros del ese ‘club’ de vivillos ventajeros, que se autoasignan exorbitantes retribuciones, prebendas y privilegios, a pesar de que el país agoniza económicamente, básicamente porque ellos solo están preocupados en la porción de torta que manotean, negociando con los poderes de turno nuestro presente y futuro. El solo pensar que nuestros ‘senadores’ se robaron 53 millones de dólares de nuestros recursos con el más que perverso mecanismo de los ‘contratos truchos’, nos exime de mayores comentarios.
AHORA TAMBIÉN ESPAÑA: UNA DEMOCRACIA DE TRES PODERES: UN MODELO QUE COMIENZA A HACER AGUA EN EL PLANETA
La crisis institucional que estamos transitando en nuestro continente, con el avasallamiento de la democracia, por parte del usurpado poder judicial, comienza a invadir Europa.
Hoy es noticia en la prensa internacional que, en una decisión inédita, el Tribunal Constitucional Español frena su propia reforma y paraliza el Parlamento. Vale de paso señalar que la justicia española (SIC) ha impedido sistemáticamente investigar los brutales crímenes del franquismo, a diferencia de lo que ocurrió aquí con los juicios a la Junta Miliar genocida. Y ahora aceptó las ‘cautelares’ del Partido Popular (una especie de PRO a la española) y frenó la tramitación parlamentaria de la reforma judicial que impulsa el Gobierno. Se trata de una invasión de poderes sin precedente en la democracia española. Las fuerzas políticas democráticas califican estos actos de avasallamiento democrático como un golpe de Estado del poder judicial.
¿Es la democracia de tres poderes la única forma posible de democracia? En otras latitudes se están explorando otros modelos que, si fueran planteados aquí serían inmediatamente vituperados por los prebendarios de los ‘tres poderes’ actuales.
Pero comienzan a abrirse grietas que permitirán espacios de cuestionamiento y discusión inéditos. El tiempo dirá si somos capaces de recrear las formas de la democracia y terminaremos en el insondable abismo de la disolución institucional.
