La Cámara de Diputados aprobó este sábado y giró al Senado el proyecto que ratifica el régimen de retenciones móviles y establece una serie de modificaciones que buscan gravar con una alícuota diferencial alta a aquéllos que producen a mayor escala. El proyecto fue sancionado en general por 129 votos a favor contra 122 y 2 abstenciones, en el marco de una maratónica sesión que se extendió por 19 horas y que contó con una asistencia perfecta de 254 diputados presentes en el recinto a la hora de votar, del total de 256 que conforman el cuerpo.
Tras aprobar en general y particular la iniciativa, los diputados pasaron este sábado cerca de las 14 a un cuarto intermedio para la próxima sesión para continuar el debate de los otros proyectos impulsados por el oficialismo como la ley de Arrendamiento y la declaración de emergencia agropecuaria.
El debate también fue seguido atentamente a lo largo de la madrugada por los representantes de la Mesa de Enlace de los sectores agrarios que se ubicaron a la izquierda del estrado, justo en el otro palco bandeja del recinto.
En tanto, la resolución 125 -incluida en el artículo 1 del proyecto- que generó fuertes críticas y fue rechazada por las entidades del campo, obtuvo el respaldo de 122 diputados contra 106.
Unas horas antes de la votación el vicepresidente del bloque del Frente para la Victoria, José María Díaz Bancalari, había asegurado que la bancada tenía garantizados los votos para respaldar el proyecto y rechazó los cuestionamientos de las entidades y de la oposición a la iniciativa. «No nos van a cortar las rutas ni nos van a parar el Congreso», enfatizó el legislador kirchnerista.
La oposición, por su parte, que había impulsado un dictamen de minoría firmado por el PRO, la Coalición Cívica, la UCR y el Socialismo, entre otros, cuestionó el proyecto y coincidió a lo largo de la sesión en pedir la suspensión por 150 días de la resolución 125.
Al exponer la postura de la bancada radical, el titular del bloque de diputados del radicalismo, Oscar Aguad, sostuvo que «si esta ley se aprueba no nos habrán convencido, ni nos habrán vencido, ni tampoco a nuestros chacareros» que, dijo, «nadie los hará poner de rodillas».