Ahora en Chajarí debaten si los concejales deben ser rentados o ad honorem

La cuestión surgió luego que los ediles oficialistas, con el voto negativo de la oposición, aprobaran una resolución por la cual se aumentaban las dietas que perciben cada 30 días. Esa resolución motivo quejas de parte de la sociedad y, con ellas, algunos cortocircuitos en el bloque del PJ, ya que uno de sus miembros -Fabián Ziloni- expresó a la prensa que de ser necesario estaría dispuesto a dar marcha atrás lo votado, al que se sumó otro -Mónica Fleitas- quien luego de haber votado a favor en la sesión del HCD, expresó a los medios que no estaba de acuerdo y en la sesión siguiente manifestó que no cobraría la dieta, además de pedir que lo expuesto constara en acta.
Pero allí no terminaron las desavenencias, ya que cuando expiraba el plazo legal y mientras se sucedían las reuniones para buscar una alternativa que deje la resolución sin efecto pero salve de alguna manera la figura de los ediles justicialistas, el intendente firmó el veto a la resolución, a pesar que estaba al tanto del proyecto de aumento y, según algunos ediles, se contaba con su anuencia para llevarlo adelante.
Horas después se aseguró que las relaciones entre los ediles del partido gobernante y el titular del Ejecutivo no habían sufrido mella, pero había un tema planteado y que no podía ser dejado de lado: ¿la sociedad quiere un Honorable Concejo Delberante rentado o ad honorem?
Posiblemente el momento elegido sea discutible, máxime si se tiene en cuenta que el aumento de 300 pesos mensuales se aprobó pocos días después de dar sólo algo más de 60 pesos a los empleados municipales, pero el hecho sirvió para instalar en la sociedad la cuestión.
Eso es lo que pretenden esclarecer ahora los ediles del PJ y por eso ya lo plantearon en los medios.
Los legisladores comunales recordaron que la palabra concejal proviene del latín concilium y de una época en que sólo los notables formaban parte de él, afirmando además que esos notables tenían solucionados todos sus problemas económicos, por lo cual no necesitaban percibir emolumento alguno.
Pero también indicaron que hoy las épocas son otras, al tiempo que apuntaban que la comunidad pretende que los ediles trabajen todo el día, caminen los barrios y estén cerca de las necesidades de la gente. Para ello, dijeron, el concejal debe abandonar sus tareas habituales -de hecho algunos lo hicieron-, por lo cual consideran que no es un desatino que el edil perciba una remuneración.
Admitieron que tal vez no manejaron adecuadamente el tema antes de aprobar la resolución puesta en tela de juicio, lo que no es óbice para que el tema deba ser discutido en el seno de la sociedad.
Precisaron también, que de no mediar una retribución, solamente podrán ocupar una banca en el Concejo aquellos que tienen dinero, lo que sería atentatorio del sistema.
El tema está planteado. No quedó claro de qué manera y en qué ámbitos se discutirá la cuestión, pero con esta propuesta los ediles le dieron la palabra al pueblo, intentando fijar una norma que evite a Concejos venideros vivir las peripecias que ellos vivieron.

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