Agrupación filo-fascista busca reclutar adolescentes en las escuelas de Paraná

Consultado al respecto, un estudiante de la capital entrerriana expresó despreocupación, y señaló que; “nosotros sabemos como son las cosas, no nos van a confundir, es evidente que es gente grande, porque no conocemos pibes que piensen así”

En efecto, la marcada influencia de cuadros de la derecha nacionalista de los 60` se hace evidente en cada expresión que se pone en los panfletos o en murales. Los libelos repartidos en Paraná, por ejemplo, hablan de que “Hubo una guerra del terrorismo marxista contra la Nación” en rigor la teoría de la seguridad nacional y de las fronteras ideológicas por la que la última dictadura cívico militar se cobró la vida de 30.000 personas, pero además, los postulados que desde la década del 40´ esbozaban los grupos estudiantiles de derecha nucleados en la UNES (Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios) que con el tiempo derivó en Tacuara; la agrupación conducida por Alberto Ezcurra Uriburu que reprimía manifestaciones de izquierda, apaleaba a alumnos judíos en las escuelas, apedreaba sinagogas y terminó funcionando como órgano de represión civil de los fuerzas de seguridad, entrados ya los 60`.
Esta vinculación con lo que fue Tacuara no está dada solo por las frases y postulados, sino además por íconos, y manifiesta idolatría del grupo VEN (Vanguardia Estudiantil Nacionalista) por el que fuera fundador de “La caña”. A tal punto es así, que en el Facebook oficial del “Comando Paraná de la VEN”, se exhibe una fotografía Ezcurra Uriburu, ya devenido en sacerdote, luego de la disolución de Tacuara, bajo la que se presenta a modo de doctrina, una de sus frases donde exalta que “milicia es la vida del hombre sobre la tierra”.

El peligroso cóctel se complementa con otra agrupación, que si bien aun no desembarcó en Entre Ríos, figura entre la lista de amistades de la “VEN Comando Paraná”, junto a demás simpatizantes de Biondini, Aldo Rico, y hasta teólogos defensores de la Inquisición Católica, aparecen miembros de; “La Passaponti” una agrupación estudiantil, que en su nombre expresa el mas acabado ejemplo de la fuerte influencia de ex «tacuaras» en el adoctrinamiento de los pibes de estas dos agrupaciones.

DARWIN PASSAPONTI

Darwin Passaponti, era todo un símbolo y ejemplo, un mártir para los «Tacuara»: se trata de un muchacho de 17 años que fue parte de la movilización de la UNES (Germen de Tacuara constituido por adolescentes antisemitas y anticomunistas, que eran la rama juvenil de la Alianza Libertadora Nacional) el 17 de octubre de 1945; el día que Perón fue liberado de su prisión en la isla Martín García debido a que las masas trabajadoras reclamaban su liberación (Ezcurra creyó hallar en Perón un líder nacionalista al estilo de Francisco Franco. pronto se sentiría defraudado)

Passaponti, como la mayoría de los muchachos de la UNES, participó del acto y movilización y se encargaba de ir y venir desde la plaza al local de la UNES a reportar lo que estaba ocurriendo. Cuando comenzó la desconcentración; un grupo de la UNES, entre los que se encontraba Darwin Passaponti, comenzó a apedrear las ventanas del diario Crítica, al grito de “prensa roja”. De acuerdo con las versiones recabadas de los propios ex miembros de Tacuara por el periodista Daniel Gutman, en su libro Tacuara, después de eso sobrevino una represión policial, y el resultado fue la muerte del joven militante. Otras versiones, refieren directamente que la bala que le dio muerte provino desde una de las ventanas del diario Crítica.
Lo cierto es que desde ese momento, Passaponti pasó a ser un ejemplo característico de los muchachos de la UNES y más tarde de Tacuara, a tal punto que los nuevos miembros juraban lealtad a la patria y a la organización con su brazo derecho levantado al estilo fascista, a los pies de la tumba de Darwin Passaponti, en el cementerio de La Chacarita, tras lo que se los premiaba con una cruz de malta celeste y blanca y el carné de la Organización.

No es necesario aclarar, que a excepción de los ex miembros de Tacuara, poca gente puede llegar a saber quien fue Passaponti, y mucho menos tomarlo de ejemplo. Para ser mas concretos, Passaponti no aparece en la historia, prácticamente no existe en el relato del 17 de octubre para el común de la gente e incluso para militantes del peronismo. El resurgimiento de su nombre, y además del grado de idolatría con la que se lo presenta, expresa claramente la influencia directa de ex militantes de la agrupación de Ezcurra Uriburu, hombres que, como dijo un alumno de Paraná “debe ser gente grande” que está bajando línea. Nostálgicos, que aún no pueden separar los términos y a menudo despotrican contra “la avanzada judeo-marxista antinacional” o contra el “terrorismo marxista”.

“DIOS Y PATRIA O MUERTE”
Claro está, hay más puntos que vinculan directamente a esta nueva organización con experimentados cuadros de la derecha clerical; empezando por la trilogía; Dios, Patria y Familia, que en los muros de Facebook de la Vanguardia Estudiantil Nacionalista se ve adaptada en un radical “Dios y Patria o Muerte” y emblemas como la bandera argentina con el sagrado corazón de Jesús en lugar del sol.

Pero además, no es un dato menor, la impresionante admiración y fetichismo que tienen por las armas de fuego, los tanques de guerra y los uniformes militares; en la gran mayoría de los vínculos y amistades de la VEN en la red social, incluso en las cuentas oficiales de VEN figura por ejemplo como películas favoritas: “Pelotón”, “Rambo”, “300”, “Halcón”, “Hitler el reinado del Mal”. Aparecen entre los amigos, innumerable cantidad de militares, soldados voluntarios y ex combatientes de Malvinas, ex carapintadas, partidos nacionalistas como el .P.D.N.I (Partido por la Defensa de Nuestra Identidad), el PPR de Gustavo Breide Obeid, el MODIN de Aldo Rico, Acción Nacional Católica, entre otros, y hasta una organización, llamada BTO “Brigada de Tareas Especiales”.

En sus panfletos, que tienen la misma tipografía y color en todos los casos, lo que hace suponer que se envían desde VEN Organización Nacional (la casa madre), se pueden ver expresiones de repudio a las políticas más populares del gobierno nacional, como asignación por hijo, fútbol para todos, y toda la política de derechos humanos, además repudiar el proyecto de despenalización del aborto y la ley de matrimonio igualitario. Pueden verse además explicitas reivindicaciones de la última dictadura cívico-militar, y pedidos de justicia por “las victimas del terrorismo marxista y el ejercito montonero” entre las que se destaca un mural pintado en San Nicolas que dice: “24 de marzo día de la venganza terrorista”.

En un recorrido por el universo de amistades y vínculos de la Vanguardia Estudiantil Nacionalista; este medio pudo confirmar que si bien es cierto que existen alrededor de 50 cuentas registradas a ese nombre; una de cada filial, por ejemplo: “VEN Comando Paraná”, o “VEN Escuadra San Rafael”, cada una de estas tienen un número aproximado de 200 y 350 amigos, los perfiles se repiten en casi todas las cuentas. Es decir, en su gran mayoría, son los mismos 300 amigos para todas las “escuadras” o “comandos” de VEN en todo el país. Lo que no es tan fácil de identificar es quienes, de ese grupo de 300 personas pertenecen a dicha organización, y si en que proporción a cada una de las cerca de 50 filiales.

En contraste con esta patética intentona de reavivar una de las estratagemas mas lamentables de la historia de la militancia juvenil en nuestro país, miles de jóvenes estudiantes se siguen sumando a organizaciones de militancia social solidaria, y conciente, comprometida con los derechos humanos, con la democracia y con la política como la herramienta por excelencia para resolver los problemas de la gente. A treinta años de la guerra de Malvinas, mientras estos reducidos grupos de nostálgicos publican en sus perfiles fotografías de ametralladoras, tanques y al ya extinto Mohamed Alí Seineldin besando el rosario en suelo malvinense, con su uniforme camuflado.
Cientos de chicas y chicos se suman a la propuesta de reclamar la soberanía de las Islas por la vía de la paz, concurren movilizados a los juicios por la Verdad, Memoria y Justicia o reclaman por sus derechos estudiantiles, sin violencia, utilizando las herramientas que les ofrece la democracia.

Como dijo el estudiante secundario Matías Podestá consultado por el diario Uno de Paraná: “Hasta dudaría si son jóvenes, no me preocupa que aparezcan, porque estamos viviendo un momento donde las cosas están claras”

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