«Estuvimos trabajando durante 25 minutos o media hora, entrevistando a los manifestantes, cuando de repente un grupo cercano a 40 personas comenzó a insultarnos», relató Martínez a Télam.
Rápidamente «pasaron de las agresiones verbales a las agresiones físicas: nos empujaban, nos tironeaban de la ropa y intentaron quitarnos la cámara con violencia», agregó.
De pronto, una persona se arrojó contra ellos «como si fuera un jugador de rugby» y los arrojó al suelo. El más perjudicado fue el camarógrafo Loguzzo, quien comenzó a recibir puntapiés en todo el cuerpo mientras estaba en el piso. Cuatro o cinco personas intentaron detener al resto pero no lo lograron.
Cuando finalmente dos policías se hicieron presentes en el lugar y se llevaron a los tres trabajadores de la Televisión Pública hacia la Comisaría 17, ubicada a dos cuadras, los enardecidos manifestantes los acompañaron durante el trayecto golpeándolos desde atrás.
En la seccional policial, donde les tomaron declaración, Loguzzo fue asistido por un equipo médico del SAME.