Son muchas las familias y trabajadores que el 8 de marzo de este año quedaron sin trabajo. Luego de varias gestiones y trabajo en equipo, lograron conformar una Cooperativa de Trabajo; sufrieron marchas y contramarchas, recibieron ayuda vecinal, municipal, de instituciones. Fue una larga lucha que concluía en la inminente apertura del Sanatorio.
Finalmente, la burocracia fue la única ganadora y hasta el momento los cooperativistas no obtuvieron la habilitación definitiva para trabajar.
Ayer, los trabajadores se reunieron en asamblea y redactaron un comunicado que fue enviado a ElDía. A continuación, los fragmentos destacados: “Necesitamos informales que lamentablemente, después de haber empleado todos los recursos de gestión a nuestro alcance, de haber invertido todos vuestros aportes de dinero, de haber trabajado en la restauración del edificio, del equipamiento, el mobiliario, y de cumplir con interminables requisitos, hoy estamos nuevamente sumidos en el agobio y la desesperación. Nos duele reconocer que después de tanto esfuerzo y de los importantes aportes de la comunidad y de la Municipalidad, no hayamos podido alcanzar los dos únicos objetivos de nuestra causa: poder trabajar dignamente en algo que estamos capacitados, y brindar servicios a nuestros vecinos, en un contexto local de prestación insuficiente.
A esta altura no podemos sino pensar que estamos siendo víctimas de una trama obstructiva, urdida de mezquindades, y enredos políticos, sin descartar algún trato oscuro entre burócratas e intereses empresarios que aguardan al acecho.
Como trabajadores no merecemos otra frustración, como ciudadanos tampoco.
En todo momento hemos procedido de buena fe, y con el mayor respeto a las instituciones y a las investiduras de gobierno.
Finalmente, se encomiendan a la memoria del padre Luis Jeannot Sueyro para que los guíe a sortear “esta encrucijada ilegítima que nos mantiene en la angustia y la frustración”. El comunicado es firmado por los cooperativistas.