
El órgano máximo en la toma de decisiones de AGMER se reunió para analizar y definir sobre dos cuestiones centrales: las condiciones de retorno a la presencialidad y la situación salarial del sector.
A las cuestiones ya resueltas, como el no inicio sin un aumento mayor a lo ofrecido por el gobierno, añadieron otras exigencias. Por un lado, que el salario inicial se equipare con la canasta básica del Indec. Agmer considera que la gran mayoría de la docencia entrerriana se encuentra por debajo de la línea de la pobreza y, en los sectores iniciales del escalafón, anclados en la indigencia. . Un docente que recién se inicia gana $ 24.000. Muy lejos de la canasta básica total, que contempla un conjunto de bienes y servicios cuyo valor se utiliza para definir la línea de pobreza. Una familia de cuatro personas necesitó en diciembre pasado$ 54.208 para adquirir la canasta, que incluye, además de alimentos, transporte, vestimenta, educación, entre otros conceptos
El 4 de febrero pasado, el gobierno ofreció a los gremios docentes un incremento salarial que alcanzará al 33 por ciento para los que menos cobran. Esa recomposición incluye la suma fija otorgada desde octubre, que pasa a ser remunerativa en dos etapas. En tanto, los sueldos superiores a 120.000 pesos percibirán un incremento del 15 por ciento. El incremento salarial también se aplicará para el sector pasivo.
También reclamó la actualización del código 029 (compensación por traslado), aumentos en blancos, que saneen la obra social y el sistema previsional, defensa irrestricta de la ley 8732, restitución del aporte patronal al Iosper, llevándolo al 6 % para activos y 4 % para jubilados y regularización de los concursos en 2021.