De acuerdo a lo que dispuso el CGE, y en el marco de las transformaciones que sobrevienen a partir de la aplicación de la nueva Ley de Educación, hasta fin de mes los maestros de 7º podrán optar en qué nivel deciden quedarse, sea primaria o secundaria. Aunque si resuelven quedarse en el nivel medio, verían truncada su carrera dentro de la docencia, por cuanto la disposición oficial establece que “sólo podrán participar en concursos de ascenso para cubrir cargos como suplente quienes reúnan las condiciones establecidas en la normativa de títulos y competencias y en la normativa de concursos”, esto es, contar con el título de profesor.
Un maestro de 7º que elija quedarse en la secundaria sólo podría aspirar a cubrir cargos de secretario, aunque no asumir horas cátedras por cuanto carece del título habilitante.
En el caso que el docente decida permanecer en primaria, tendrá tres opciones: mantenerse en la escuela de donde proviene el cargo si hubiere vacantes; ubicarse en otro establecimiento de la localidad; o en otra del departamento.
Según el esquema que plantea la nueva Ley de Educación Nº 9.890, la primaria, de seis años, se extiende hasta sexto grado, y de 7º en adelante, ya es nivel medio. Por tanto, los docentes que hoy están al frente de aulas de 7º deberán reubicarse, y optar por quedarse en la primaria, o pasar al nivel medio.
Roque Santana y Julio Broin, secretarios general y de nivel medio de la seccional Paraná de Agmer, cuestionaron la “ambigüedad” de la resolución que establece la opción, y pusieron de manifiesto “las trampas” que a su criterio esconde la normativa. “Por eso pedimos a los docentes no apresurarse en la decisión, por cuanto el gremio va a pedir la postergación de los plazos, o directamente que se deje sin efecto la resolución”, dijeron los dirigentes.
La opción no tendría vigencia este año, sino a partir del ciclo lectivo 2010, aunque desde el gremio señalan que, de aplicarse, abriría dos grandes interrogantes: la imposibilidad de continuar con la carrera para un maestro de primaria que decida incorporarse a la secundaria; y el futuro que les queda a los docentes por el corrimiento de cargos de quienes decidan volver a la primaria, y ubicarse en cargos hoy ya ocupados. “Aquí no hay opción, hay coerción”, subrayaron.
Y pusieron de manifiesto luego el panorama que se ofrece en las escuelas de adultos, donde tienen incorporada la denominada “terminalidad”, esto es primario que extienden su oferta académica hasta 9º año. “Distintas resoluciones del Consejo otorgaron a los maestros de escuelas de adultos competencias pedagógicas para certificar terminalidad de 9º año. Así, las escuelas de adultos pasaron de tener 20 alumnos a tener 180 alumnos. Si los docentes de adultos optan por la primaria, podría significar la pérdida de fuentes de trabajo, porque la matrícula de primaria no es tal que justifique la cantidad de docentes que existen”, subrayaron.
En ese marco, cuestionaron el hecho de que “se quieren aplicar cambios de los cuales no quieren asumir el costo político los funcionarios, y por eso hablan de opciones, que no son tales”.
Una materia que no tiene contenidos
La vocal gremial del Consejo de Educación, Susana Cogno, pidió a las autoridades “más tiempos para el debate y la reflexión, sin apresuramientos y sin improvisaciones, porque de la ley deben surgir nuevas formas educativas que superen las condiciones del diagnóstico y que miren de cara al futuro”.
Cogno cargó contra las políticas educativas del Ejecutivo, y se preguntó por qué hasta ahora no se ha estructurado el dictado de una nueva materia que vino a suplantar los espacios institucionales de las escuelas, y que por eso mismo, actualmente los alumnos de escuelas medias tienen “horas libres”.
Se trata de la asignatura Juventud y Participación Ciudadana, cuya ubicación dentro de la caja curricular, dijo la dirigente, obligó al “cercenamiento de espacios que hacían de las prácticas institucionales lugares pedagógicos únicos en los cuales se enseñaba idiomas, teatro, prácticas institucionales democráticas y que fueron eliminados a partir de este año a pesar de la resistencia, a pesar de las solicitudes de continuidad, a pasar de las fundamentaciones”.
Hoy es una incógnita, aseveró, “el espacio de la nueva materia Juventud y Participación Ciudadana, que ocupa un lugar en el tiempo pedagógico del ciclo básico de la nueva escuela secundaria, y hoy son miles de horas libres porque no hay definiciones ni perfiles docentes ni formas concursales. Así, la formación para la democracia está con hora libre porque quienes la pusieron en la caja curricular no definieron qué hacer con este espacio”.
En ese contexto, asevera que antes de avanzar con cualquier cambio, hay que definir qué hacer con “las profundas fracturas del sistema educativo” producto de los sucesivos cambios en el sistema.
También, con “los más de 40.000 chicos que, de acuerdo a los datos del último censo educativo, están en nuestra provincia con la edad correspondiente no asisten a la escuela secundaria, hoy obligatoria”. O con los bachilleratos acelerados para adultos (BAPA) “que deben reconvertirse a tres años, siendo muchos de ellos de cuatro años”.
Cogno planteó interrogantes respecto de la situación de “los maestros de Práctica, reconvertidos, reciclados a Tecnología, o los de Música, sin títulos específicos, sin homologación, sin capacitación en servicio, sin titularizaciones hace varios años, no convocados a los concursos, al igual que los cargos de bibliotecarios, al igual que los maestros del séptimo que hace más de una década fueron trasladados de sus escuelas primarias a las secundarias y nunca se resolvió su situación en cuanto a carrera docente”.
En ese marco, argumentó que hoy “el desafío es pensar, y pensar con el deterioro profundo de las condiciones laborales docentes, con el malestar de los trabajadores de la educación, con la impotencia, con la infraestructura escolar en condiciones deplorables, sin recursos didácticos suficientes, con los dineros públicos mal usados y siempre insuficientes, con un alto porcentaje de argentinos sumidos en la pobreza y como consecuencia en situación de riesgo educativo y social permanente”.
Fuente: El Once