“Embarazo no deseado?? Comunicate” rezaba el cartel que en principio y según la llamada de la productora indicaba que la ubicación sería en la ciudad de Paraná. En tanto que la característica del número de teléfono que figuraba en el cartel, corresponde a todo el departamento de la ciudad capital de la provincia. “nosotros no hacemos abortos, le brindamos toda la información que necesite” decía una voz femenina del otro lado del teléfono. Al ser consultada por la productora de la ubicación del lugar, la voz que responde al nombre de “Marta» dijo “Yo solamente doy los turnos, la información se la van a dar una vez que asista” al finalizar la comunicación y al preguntar sobre las instalaciones del lugar, esta contesta “es un centro especializado con profesionales” respondió «Marta».
Acerca de esta situación, el jefe de policía de Concordia respondió que «se está trabajando para determinar la veracidad del cartel y quien lo ubicó en el lugar» y agregó “se está trabajando sobre el número de teléfono y conocer la titularidad del mismo”. Cancio contó a los micrófonos de Radio Ciudadana que se enteró por los medios y en cuanto tomó conocimiento, puso en autos al personal de investigaciones. “lo raro es el lugar donde se encuentra este cartel y hasta el momento no tenemos conocimiento de que esté en otra parte de la ciudad”.
Llama la atención la similitud de este tipo de avisos con la denuncia publicada el 23 de noviembre en el diario Pagina 12 sobre un hecho ocurrido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde Sabrina de 21 años de edad leyó en un sitio web que ofrecía asistencia en el embarazo no deseado. “¿Embarazo no deseado? Estamos para asistirte”. Sabrina leyó el mensaje y anotó el contacto de WhatsApp que ofrecía la página web. Se sintió aliviada. Acababa de ver las dos rayitas en el test de embarazo y sentía una nube negra sobre su cabeza. Se puede leer en la publicación. Sabrina fue engañada. Agendó el número de whatsapp que allí figuraba y mandó un mensaje. Le respondieron enseguida. Le ofrecieron un turno en dos días. Sintió confianza. Del otro lado había alguien que quería ayudarla, pensó. Anotó la dirección que le dieron: Tucumán 1426 PB «C», muy cerca de Tribunales. Pero no se animó a ir sola y se acordó de una compañera del secundario, a quien hacía tiempo no veía, pero que recordaba por su activismo feminista, su pañuelo verde, su preocupación por la Educación Sexual Integral, y supuso que sería un buen sostén y acompañante en ese momento. Pero lo que pensó que sería un lugar para ayudarle a “solucionar” su problema, como adelantaba la página de Asistencia para la mujer, terminó siendo un sitio nefasto, un capítulo de una película de terror.
Ya en el lugar, no había ningún cartel. Parecía un edificio de oficinas, como hay tantos en la zona de Tribunales. Sabrina tocó el timbre de la PB “C” y la atendió la recepcionista, una joven que se llamaba Valeria. Entraron con su amiga. La recepcionista le pidió a Sabrina sus datos personales y el número de teléfono, y les indicó que se sentaran. Había una sala de espera, donde esperaba otra joven:
–Parece que me dan las pastillas…. No sé… –le comentaba la chica por celular a otra persona.
Sabrina y su amiga se sentaron a esperar. Pronto se asomó una pareja, Paula y Facundo –así se identificaron–, quienes la invitaron a pasar a otra habitación. Solo a Sabrina. Expresamente le dijeron que tenía que pasar sola. No dejaron que la acompañara su amiga.
Al rato, una media hora después, Sabrina saldría llorando.
–Vámonos… –le rogó a su amiga entre sollozos. Temblaba.
Fake news
La pareja que la atendió le entregó un folleto, con imágenes de fetos con distinta edad gestacional y las supuestas características de cada etapa de desarrollo.
–Pero yo quiero interrumpir este embarazo… ¿No hacen abortos ustedes? –les preguntó, desconcertada, confundida.
–Los latidos del corazón empiezan entre los 18 y 25 días. El sistema nervioso se establece a los 20 días –empezó Facundo.
Sabrina no quería escuchar. Quería irse. La amedrentaron con información falsa. Le hablaron de supuestas consecuencias psicológicas que afectan a las mujeres que se someten a un aborto:
–Vas a revivir continuamente el momento traumático del aborto. Vas a sufrir depresión y sentir mucha culpa. Muchas mujeres pierden el interés por cosas que antes disfrutaban. Incluso, podés tener conductas autodestructivas con vos misma y ataques de llanto. Algunas mujeres tienen actitudes violenta con sus hijos y su pareja. Muchas terminan separándose. Podés perder el deseo sexual… –le dijo, la mujer.
Sabrina sintió que se descomponía. Se agarró fuerte a la silla. Quiso levantarse pero le dijeron que todavía no habían terminado. Y los tenía que escuchar. El tono fue cortante.
–El aborto es riesgoso. Esas pastillas que te van a ofrecer te pueden poner al borde de la muerte, podés tener hemorragias y necesitar una transfusión de sangre. Tal vez no vuelas a quedar emebarazada. Pensalo bien. Podés perder otros embarazos…
El hombre seguía pero Sabrina ya no escuchaba. Le pasaron después un video:
–Vos querés hacer un aborto con pastillas: te va a pasar esto –le advirtieron.
El video mostraba un legrado, en la intervención se veía que un médico extraía una pierna, luego una cabeza de un bebé, nada más alejado de una interrupción de embarazo con medicamentos.
–Te podemos ayudar todo el embarazo económica y psicológicamente. Si después querés dar al bebé en adopción, también te podemos ayudar a hacer los trámites –le dijo Facundo.
–Ustedes me están juzgando. Me quiero ir –pudo decir Sabrina.
–Espero que te des cuenta y no cometas un error –insistió Paula, con tono imperativo.
Agresivos
–Vámonos –le dijo Sabrina a su amiga, que se había quedado en la sala de espera–. Era una trampa –le contó apurando el paso y llorando. Salieron sin saludar. Caminaron varias cuadras y entraron a un café. Ahí Sabrina le contó todo.
–No voy a poder tener hijos, me voy a morir…
El llamado y la similitud con el caso de Sabrina
El Dr. Germán Margaritini también se comunicó al número que aparecía en el aviso tratando de obtener mayor información y lo que le contestaron fue bastante similar a lo que le informaron a la productora con la diferencia de que algunos detalles coinciden bastante con lo denunciado por Sabrina “me dijeron que era una organización que se dedicaba a captar adolescentes en situación de riesgo y que las convocaban a un lugar en donde las recibían profesionales especializados en el tema” ante el pedido de aclaración sobre qué tipo de profesionales no obtuvo respuesta “me dijeron que les mostraban videos de lo que significaba un aborto y que hacían todo lo posible para evitar que se lo realicen” “ellos hacen todo el acompañamiento durante la etapa del embarazo y una vez nacido el bebé hacían los trámites para darlos en adopción”.
Al ser consultado por el doctor de si pertenece a una organización religiosa obtuvo respuesta positiva y que recibían subsidios “importantes” desde el extranjero. Margaritini también agrega que la persona con la que estaba hablando por teléfono le confiesa sin que este se lo preguntara de que “se trataba de publicidad engañosa y que se hacía para que se pensara que se trataba de la realización de abortos clandestinos para poder captar a las chicas en situación de riesgo.”.
Además, el profesional pregunta de que si era posible realizarle una entrevista radial -ya que el doctor es además conductor un programa radial de la radio pública llamado “toc toc radio”- y según lo relata Margaritini, la persona del otro lado del teléfono se negó porque aducía que “esto no puede ser conocido porque no puede ser conocido porque es publicidad engañosa” para cerrar, Germán cuenta que ante otras preguntas la señora “se enojó y cortó el teléfono”.