La Compañía General de Fósforos fue fundada en 1905, con capitales italianos, y en la década de 1930 cambió de manos. Pasó a llamarse Sudamericana Sociedad Anónima y sus dueños fueron empresarios suecos, y en sus mejores años llegó a emplear 750 personas. Durante la década de 1990, cuando se abrieron las importaciones y se conseguía cualquier cosa a bajo precio, la producción dentro de las fronteras argentinas cayeron y las fábricas comenzaron a cerrar. Esa fue la suerte que corrió la fábrica de fósforos.
Hace tres años se anunció que sobre lo que fue el edificio de la Compañía General de Fósforos se instalaría un shopping, pero pese al anuncio las obras tardaron en comenzar.
En los últimos meses se imprimió un ritmo acelerado a la reconversión del lugar, pero antes se desguazó parte de la construcción con miras a lograr una refacción que garantice las comodidades que demanda la nueva actividad que se asentará.
El punto es que una mirada experta pone un grito de atención sobre el obrador. En efecto, el arquitecto Osvaldo Lara presentó en la mañana de este miércoles una nota en la Comisión de Patrimonio de la Municipalidad de Paraná, que él mismo integra en representación del Colegio de Arquitectos, para que se evalúe el estado de situación. Lo que motivó es la preocupación que causa ver los grandes paredones sostenidos de modo poco seguro, según consideran desde la entidad profesional.
En la nota que presentó en la Municipalidad, Lara comienza contando que el viernes 3 de junio concurrió, en representación institucional a la ex fábrica y futuro shopping “a raíz de numerosos llamados de colegas y ciudadanos que observaron que parte de lo que había quedado en pie y que no se iba a demoler, se estaba desmoronando”.
Contó que con profesionales a cargo de la obra recorrió el lugar, y observó que “las paredes están siendo sostenidas por puntales de hierro que traccionan para afuera los muros antiguos, pero son tan grandes las excavaciones realizadas para colocar en esos subsuelos a las cocheras, que en días de lluvia no han podido evitar los desmoronamiento de tierra y que ello arrastre las paredes hacia abajo”, escribió.
En diálogo con EL DIARIO, ante una consulta, el arquitecto amplió la observación. Dijo que cuando se presentó a la Municipalidad, allí le dijeron que hay vecinos de calle Victoria, lindante a la fábrica, que denunciaron que hay un gran socavón contra sus viviendas.
–¿Cree que se trabajó mal para llegar a este estado?
–Según mi observación sí. Se trabajó mal porque antes de tirar las paredes se debió haber reforzado las paredes que iban a quedar. Lo que ahora ocurre es que hay posibilidad de que se pierdan esas paredes tan características, o al menos una de ella. Quiero agregar que para nada estamos en contra del emprendimiento ni tenemos interés en que la obra se detenga. Lo que sí debemos advertir son los riegos a la seguridad de los trabajadores y la pérdida de una pared que forma parte de ese patrimonio.
El arquitecto Lara dijo que anteriormente había visitado el lugar y que los grandes galpones no estaban en mal estado, pero dejó entrever que a partir de quitarle el sostén de otras paredes todo se volvió muy inseguro y hay posibilidad de pérdida de paredes que el proyecto pensaba mantener.
Las fotos que ilustran esta nota y que fueron tomadas por el profesional entrevistado, muestran un gran daño sobre los paredones de ladrillos vistos que otorgaban la fisonomía propia de la arquitectura fabril.
Complejo Paso del Paraná
El 6 de julio de 2016 se anunció públicamente las obras del denominado Shopping Paso del Paraná, que se tiene previsto funcionará en el predio de la ex fábrica de fósforos de Paraná.
La presentación se realizó en la Casa de Costa de la ciudad, donde como parte de la propuesta, el grupo Di Santo se comprometió la preservación de la parte histórica de la ex Fábrica de Fósforos, en especial de dos íconos del lugar que son la chimenea y el tanque de agua. Además se prometió que se preservarán árboles históricos en San Juan y San Lorenzo, así como también la mayoría de los ejemplares sobre calle Corrientes donde tendrá la entrada principal el centro comercial.
Dentro de lo adelantado, se dijo se construirán entre 60 y 70 locales comerciales y gastronómicos, cuatro salas de cines para 700 personas y estacionamiento subterráneo para 400 vehículos.
Se estimó asimismo que en un plazo de dos años y medio el Centro Comercial Paso del Paraná abriría sus puertas.
Para esta presentación pública estuvieron presentes el intendente Sergio Varisco, los ministros Economía, Hugo Ballay; de Gobierno, Mauro Urribarri; y titular de Planeamiento provincial, Luis Benedetto.