La caza del carpincho se suele hacer de forma silenciosa, para evitar llamar la atención. “Le hacen un lazo con cables de frenos de bicicleta o de moto por donde el carpincho tiene su camino y lo enganchan, o lo encasillan”, describió el guardafaunas, que trabaja en el Puerto San Rafael. En ocasiones, los cazadores furtivos utilizan “fijas”, que consiste en una especie de arpón.
En consecuencia, “no se escuchan tiros ni ruidos”. Los depredadores llevan sus piezas en auto, moto o bicicleta. “Cuando uno ve una bicicleta que va con un cajón atrás, es seguro que se va llevando una parte de carpincho o un carpincho”, sostuvo Wdowiak en una entrevista realizada en el programa «Comprometidos» (AM 560).
González coincidió con el guardafaunas. “El cazador ha adoptado la modalidad de poner trampas, a diferencia de utilizar algún tipo de armamento para la caza, porque acá automáticamente se advierte”, indicó.
Los carpinchos son preciados por dos razones: el cuero y la carne. “El cuero es lo más oneroso; en tanto que la carne es utilizada para la elaboración de determinados alimentos envasados regionales”, dijo el titular de Prefectura.
Otra especie en riesgo de extinción en la zona son las iguanas. El guardafaunas aseguró que esta especie ha sido “diezmada”. “Las que quedan son muy pocas, se pueden encontrar algunas por ahí nomás”, dijo. González aseguró que, además de las iguanas, la fauna lacustre está conformada por: teros, liebres y garzas.
Wdowiak solicitó que, en forma inmediata, se levante un cerco que rodee un predio de 10 a 20 has. “La CODESAL había hablado, el señor Mazurier (presidente de la CODESAL y de diario El Sol) me dijo que algo iba a hacer para cercar eso y tener los bichos allí”, expresó.
Cuando Prefectura intercepta a un cazador furtivo, lo demora y le secuestra las armas de fuego o los elementos utilizados para cazar. Además, se le da intervención a la autoridad provincial competente, quien dispone multas.
Prefectura es responsable de la aplicación de la Ley provincial de Pesca y Recursos Naturales. La norma establece la preservación de la fauna terrestre e ictícola. “Siempre se está velando para que la fauna particular no sea alterada ni se vea en peligro por la intervención de personas”, expresó el prefecto. González expresó que, además de proteger a los carpinchos, “cuando se los observa lastimados, se da intervención a las autoridades sanitarias”.
La jurisdicción de Prefectura se extiende a lo largo de toda la costa del Lago, 50 metros tierra adentro a partir del lugar donde quede registrada la mayor crecida. “Después ya intervienen las autoridades policiales. Sin embargo, según el hecho que se cometa, se puede intervenir”, aseguró.