Las medidas a tener cuenta son: En lo posible, ir acompañados al banco o centro de pagos por alguien de confianza. No comentar con desconocidos el día y lugar de pago. Siempre es preferible concurrir con un vehículo de confianza y retirarse en el mismo. Si no fuera posible, es recomendable caminar algunas cuadras y tomar cualquier vehículo de alquiler. Si al abonar una compra o servicio, se utiliza un billete de los que recién fueron entregados en el banco y alguien sostiene que se trata de un billete falso, no se le debe entregar el resto del dinero cobrado a fin de evitar el cambio de la totalidad de billetes válidos por billetes falsos.
Dentro del banco o al salir del mismo, estar atentos a cualquier evento o actitud sospechosa, tales como que alguien se acerque simulando conocerlos, manifieste haber sido asaltado o finja haber encontrado dinero tirado en el suelo. Ante éstas o situaciones similares, acercarse a los funcionarios del banco o la autoridad policial y comentarlo.
El cajero debe pasar todos los billetes por la “luz alógena”, un sistema lumínico de detección de billetes falsos. Esto debe hacerlo a la vista del jubilado. Si no lo hace, se lo deben exigir.