Justamente, el 6 de octubre de 2013, un camión Volkswagen de color blanco -dominio ILX 5284- transitaba por la ruta nacional 14 conducido por Marció Volmar Almeida, un hombre de 37 años de edad y oriundo de Brasil. El conductor salió de una estación de servicios ubicada en el kilómetro 321 y en lugar de dirigirse a un retorno habilitado, se cruzó de calzada por un cruce de los denominados ‘clandestinos’ provocando que el acoplado fuera impactado por una camioneta Ford Ranger blanca conducida por Gonzales Mario Oscar de 48 años de edad, oriundo de Alvear, Corrientes. En la camioneta viajaba Gonzales con su familia, su esposa y tres hijos, quienes afortunadamente no sufrieron lesiones.
Un mes antes, el 6 de septiembre de 2013, a la madrugada, un Renault Megane que guiaba Pedro Olloquiegui (54) sobre la ruta 14 a la altura del kilómetro 40, chocó contra un camión que transitaba en la misma dirección. A raíz del choque murió el conductor, su hijo Miguel de 19 años y Adriana Otero (43); y sólo sobrevivió un Juan Raffo de 22 años
El vocero de la concesionaria del peaje en la autovía, Mariano Bradanini, precisó que el accidente ocurrió cerca de las 1,00 de la madrugada cuando un camión Scania -dominio BTO 145-“realizó una medida indebida al salir de una gomería ubicada sobre la mano Norte-Sur y cruzó la autovía por un cruce clandestino, para intentar retomar la mano contraria”.
El camión trasportaba jugo de una reconocida marca y era guiado por un hombre oriundo de Concordia. El conductor, identificado como José Alberto Castro, resultó ileso pero luego, en diciembre de ese mismo año, fue condenado a prisión efectiva por homicidio culposo doblemente calificado por la conducción antirreglamentaria de vehículo automotor y por ser más de una las víctimas fatales.
La zona es reconocida por los automovilistas como “peligrosa” no solo por la intensidad del tránsito, sino también por la existencia de algunos retomes clandestinos utilizados permanentemente por personas del lugar.
Justamente en una nota publicada por el diario ‘El Argentino’ en agosto de 2014, el abogado Raúl Jurado, que llevó adelante la querella en representación de la familia Raffo Olloquiegui, señaló que lamentaba que se mantengan los cruces ilegales, “porque no se ha puesto ningún elemento que impida que se sigan produciendo. Y es una autovía, por lo que se supone que no hay obstáculos o que los que podría haber, son los que van en idéntica dirección”. “Estos siniestros continuarán porque no se toman medidas”, advirtió, para señalar al finalizar “las autoridades deberían dar las directivas a los concesionarios”.
Otro accidente sin consecuencias fatales se produjo el 23 de noviembre de 2016. Cuando una camioneta que transitaba a la altura del kilómetro 250 impactó contra una moto que irrumpió sobre la cinta asfáltica. La motocicleta (Gilera 110 cc ) circulaba “por un lugar indebido”, al mando de un joven de 27 años identificado como Ricardo Luna. La camioneta -una VW Amarok- era conducida por Pablo Maciel de 33 años, quien circulaba por la autovía “Gervasio Artigas” en sentido norte-sur. El motociclista presentaba una fractura de tobillo, por lo que debió y fue derivado al nosocomio local.
