Los reclamantes cuentan que “uando solicitan un baño para hacer sus necesidades, “a las mujeres no la dejan entrar a la municipalidad, y eso es un edificio público, todos tenemos derecho a usarlos”, decían al unísono los protestantes que indicaban además que al recurrir a la Iglesia para hacer las necesidades el cura párroco les cerró las puertas del baño con llave. Por todo esto consideran que sufren discriminación por los distintos poderes de la ciudad, y que tratan de neutralizar de manera sutil, el derecho de manifestarse, “así lo dice la constitución nacional”, exclaman.
Los acampantes denuncian que tienen ingreso restringido al edificio municipal, según se lo manifiestan los agentes de policía apostados en la puerta, “entren de a una, porque tengo órdenes de arriba que no hay que dejarlos entrar a los de la carpa”, manifestó una mujer indignada, mientras la interrumpía otro protestante mencionando directamente al jefe de la Policía, el comisario José Luis Lazo diciendo, “vino aquí haciéndose todo el buenito, dos o tres veces, y nos dijo desarmen eso que parece una casilla”, expresó Carlos Chuchuy uno de los líderes del movimiento. Luego relataron que el funcionario policial les advirtió que iban a reprimir, si no le hacían caso y desarmaban la carpa. A esto los manifestantes dijeron haber reaccionado verbalmente respondiéndoles, “desarmalo vos si querés”. Por esta razón los entienden que no sólo hay amenazas, también existe una sutil provocación, “pero nosotros no queremos romper vidrios, ni nada de eso, nosotros hacemos una protesta pacífica, tratando de que el intendente nos de una solución tranquilamente, le damos esa posibilidad”, decía Cristian Castillo otro de los que encabezan la movida frente al municipio.
Luego tomó la palabra Estela Braccamonte, quien se preocupó en aclarar que ellos no son piqueteros, “porque todos somos gente que trabaja, nosotros no hacemos piquetes, no quemamos goma, respetamos, porque así nos pidió el señor jefe de policía, pero resulta que, de pronto, no nos dejan entrar al baño del municipio a los que estamos en la carpa, como si tuviéramos sida o una enfermedad contagiosa”.
Por otro lado reprochan a los funcionarios el hecho de que no se ocupen del tema y en una alusión directa al intendente Manuel Abreu dicen, “si él está sentado en donde está sentado hoy, es porque muchos de nosotros lo votamos, nos guste o no nos guste”, expresó para agregar, “él está sentado porque varios de los que estamos en la carpa lo hemos votado”. A partir de ese argumento los protestantes entienden que el poder político local les está mintiendo, “nos tiene cuentiando, con que sí, con que no, con que mañana, con que pasado, y para eso es mentira”, asegura Braccamonte mientras menciona que un amigo suyo, muy cercano al director de Cafesg, Oscar Fichback, le contó que en ese organismo no existe ningún expediente o gestión iniciado para la cesión de los 25 terrenos que el intendente Manuel Abreu y el coordinador Juan Romero le habían prometido en el último encuentro que mantuvieron hace diez días, “en Paraná no hay ningún pedido, ni por la Cafesg, ni por el municipio”.