‘Acá en el Delta del Paraná también ocurrieron Vuelos de la Muerte’

Los isleños solamente tenían contacto con Prefectura. En un relato del libro, un testimonio de uno de ellos da cuenta de la caída de un cadáver en el techo de la casa. “El prefecto le pregunta, ¿Es familiar suyo? ‘No’, le dice. ‘Bueno arrójelo al agua, que el agua se lo lleve’. Casos así terribles que ocurrieron en el Delta del Paraná”, indicó  

El libro ‘El Lugar Perfecto’ fue escrito por el periodista Fabián Magnotta. En esa obra el autor explicó que el Delta entrerriano tiene 300 mil hectáreas y apuntó que desde el patio de la ex Esma hasta el puente Zárate Brazo Largo hay 20 minutos en avión. “Por entonces, en esa zona también había un cordón repleto de centros clandestinos de detención, comenzando por la Esma, y pasando por Zárate, Campana, Tigre, Morón, entre otros”, indicó. “Yo me atrevo a decir que en el delta podríamos estar hablando de centenares de desaparecidos”, expresó el periodista.

En el marco de la llamada causa Contraofensiva, que investiga delitos de lesa humanidad cometidos por la última dictadura cívico-militar en los años 1979 y 1980, el último martes el ex militar Nelson Ramón González declaró como testigo y aportó información clave sobre los vuelos de la muerte y el mecanismo de secuestros, torturas y desapariciones puesto en marcha por el Ejército desde su accionar en Campo de Mayo. El ex cabo de Caballería agregó que por Campo de Mayo “pasaron unas cuatro mil personas que luego fueron arrojadas vivas al mar”. Según precisó González, los vuelos de la muerte salían de la Compañía de Aviación: “Era sabido en todo Campo de Mayo. Ahí estaban los aviones Fiat y los vuelos salían de ahí. En todos lados se comentaba”, completó según Pagina 12.

Zalasar dijo: ‘sabíamos lo que había pasado, pero no los números exactos de la cantidad que arrojaron a Río de la Plata. Ahora se empezó a abrir la discusión de cuantos habrían arrojado’. “A veces se entra en la discusión de si fueron 30.000 o no fueron 30.000. Lo cierto es que el número 30.000 para nosotros es el número de la incertidumbre, de no saber bien cual es la cantidad de desparecidos”, dijo.

En ese sentido, citó a Haroldo Conti, escritor y docente desparecido en mayo del 76. En una carta fechada el 2 de enero de 1976 y dirigida al escritor cubano Roberto Fernández Retamar, el narrador argentino Haroldo Conti, referente del Frente Antimperialista y por el Socialismo (FAS), vinculado con el PRT-ERP, hace una predicción: «Me acaba de informar muy confidencialmente mi cuñado, que es militar, que se espera un golpe sangriento para marzo. Inclusive los servicios de Inteligencia calculan una cuota de 30 mil muertos».

“Después eso se reveló con el tiempo”, dijo Zalasar. Para el año 1977, antes del Mundial del 78, ya llevaban 22.000 denuncias de desapariciones de personas. En efecto, hay informes del Departamento de Estado de los Estados Unidos donde consta que en el año 1978 los jefes de la dictadura argentina informaron a la DINA chilena que las víctimas alcanzaban ya el número de 22.000. Y la labor represiva ilegal de secuestros y asesinatos continuó por cinco años más con posterioridad a ese informe.

“Por eso no decimos 30.000 como un número cerrado porque pueden ser más”, añadió. “Los que saben cuántos fueron son las personas que vamos sentando en los banquillos de todos los rincones del país. Son ellos los que saben realmente los números y cuanta cantidad fueron los que secuestraron y desaparecieron. Hasta que ellos no hablen, el numero de 30.000 seguirá presente”, añadió.

 

 

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