«La causa está paralizada desde hace más de un año y por eso es que le solicité al Juez que cumpla los plazos procesales», explicó Briceño. «A esta altura ya tendría que haberse demostrado algo más o añadido nuevas pruebas. Pero como eso no pasó y las pruebas que surgieron no son trascendentales, pedí que mi defendido sea sobreseído o se le eleve la causa a juicio», agregó.
En el mismo contexto, Briceño afirmó que apenas la querella supo que iba a pedir esta audiencia, solicitaron que se le haga a la víctima una nueva Cámara Gesell. «Pero la realidad es que lo que se intenta siempre en estos casos es no repetir ese paso para no revictimizar a la supuesta damnificada», señaló. «O sea, la estiraron durante más de un año y yo creo ahora que por la edad de la chica ya está en condiciones de enfrentar un juicio»
Por último, el defensor informó que recién mañana – jueves 10 – se va a saber qué decidió el Juez y remarcó que, «si bien la justicia siempre está de parte de la presunta víctima, las pruebas se tienen que analizar en su conjunto». Y en ese caso, «Hay innumerables pruebas objetivas, emandas de los audios de la propia chica, que demuestran que no tenían esa relación»
La causa
En julio del 2019, el ex jefe de policías de Concordia, José Enrique Querencio, fue imputado por el delito de «abuso sexual con acceso carnal» en perjuicio de una menor de edad, tras haber sido denunciado por su madre. Según su relato, Querencio le enviaba «mensajes por ‘el face’ en los que decía que la quería conocer» y le ofrecía «cadenas de oro, vestidos y otras cosas».
La madre de la menor, que pidió reserva de su identidad, aseguró que en el mismo momento que ella hacia la denuncia, él tenía (a su hija) en Jefatura y la obligaba a tener relaciones . También afirmó que «los encuentros sexuales a lo que eran sometida datan de al menos un año».
Además, dijo que se enteró de los hechos al revisarle a su hija el teléfono celular y que el ex funcionario policial «la buscaba del colegio y de donde vivía» – una residencia juvenil provincial de menores. Incluso, afirmó que «la amenazaba con que si hacía la denuncia la iba a encontrar, llevar a un campo y la iba a matar», sostuvo.
Apenas conocida la denuncia, la Ministra de Seguridad de la provincia, Rosario Romero, apartó al hombre de la fuerza, que ya se encontraba ausente de sus funciones al pedir licencia por enfermedad.