Consultado por la cantidad de casos de abuso infantil que se han conocido en los últimos meses, el coordinador del Copnaf solo se remitió a decir que “no son tantos” como si acaso alguien fuera a responsabilizar al ente en cuestión, si dijera lo contrario. Y es que fuentes judiciales confirmaron a este medio que como promedio se reciben 3 denuncias semanales de abuso sexual intrafamiliar, lo que, si tenemos en cuenta que solo hablamos de casos denunciados, es decir que deben ser tomados como la décima parte del total de casos, sin duda la respuesta parece insuficiente.
Sobre todo porque tal cual se ha podido comprobar en los meses anteriores, apenas sale a la luz un caso de estas características y trasciende que el Estado toma intervención con medidas afectivas, las denuncias se multiplican.
Como ya se ha explicado muchas veces, “no es que ahora hay más abusos, sino que lo que ocurre es que ahora se está denunciando más” y si bien no todos los hechos denunciados se reflejan en la prensa, así como tampoco no todos los hechos son denunciados, es un hecho que – al menos de los casos que trascendieron a la opinión pública- los denunciantes han sido siempre actores externos a la intimidad familiar; vecinos en la gran mayoría, o profesores.
La complicidad o el temor dentro del clima familiar, hace que muchas veces la familia de la victima no sea caja de resonancia sino más bien un sordo bloque de tergopor en el se pierden los gritos.
La pobreza, y la condición de sostén de familia del abusador, es otro de los graves problemas que se palpan en al menos un 50% de los casos, en los que las victimas se retractan, no porque no sea verídica la denuncia, sino por temor a perder el ingreso económico, o ante el sufrimiento del hambre y la necesidad que atraviesa su familia cuando el acusado está detenido, muchas veces multiplicado por el reproche de los pares hacia el niño victima
En dialogo con DIARIOJUNIO referido exclusivamente a este caso, Ruger dijo que “ayer (por el domingo) tuvimos el llamado de una vecina en un barrio atrás del hospital Masvernat, donde nos hicimos presentes con la Policía y logramos sacar a dos nenas, una de 6 años y otra de 11, las cuales fueron revisadas por el médico y presentaban signos de abuso por parte de su padre” asimismo, el coordinador departamental del COPNAF adelantó que “la nena va a estar en cámara Gesell y estamos velando por los derechos de los otros hermanitos que estaban viviendo bajo el techo del presunto abusador”
Al ser consultado respecto de la cantidad de casos que se registran, el funcionario opinó; “No es mucho, son casos esporádicos, pero hay”.
Bueno es señalar que tratándose de un delito tan aberrante, un solo caso sería suficiente para que el termino «nos es mucho» quedara eliminado del vocabulario, y que por otro lado los hechos no se han reducido, sino que lo que se han reducido es la cantidad de casos que se denuncian, lo que no quiere decir que no se sigan produciendo abusos. Independientemente de de que las cifras que maneja la Fiscalía bastarían para escandalizar a cualquier hijo de vecino