Absolvieron a joven concordiense acusada de almacenar marihuana

Ayer, ante el tribunal Oral Federal en lo Criminal de Paraná, integrado por Roberto López Arango, David Chaulet y Lilia Carnero, brindaron testimonio tres policías y un gendarme, quienes dieron su versión de lo sucedido ese día y del trabajo de inteligencia realizado la jornada anterior, que derivó en el allanamiento a dos fincas de La capital nacional del citrus.
Así, interrogados por el defensor oficial Mario Franchi y la fiscal Marina Herbel de Pajares brindaron su testimonio cuatro efectivos que explicaron que el día anterior alrededor de las 23.15, personal de Gendarmería que realizaba una vigilancia en el domicilio pudo constatar que dos hombres, uno en una moto tipo enduro y otro a pie dialogaron unos minutos, el segundo se dirigió a la casa de Altamirano y salió unos minutos después con una bolsa blanca que le entregó al de la moto, que se fue inmediatamente. El personal lo siguió y el motociclista se percató que era perseguido por lo que arrojó el paquete en un descampado, dándose a la fuga sin poder ser localizado.
Posteriormente, mediante el análisis denominado narcotest se pudo comprobar que se trataba de marihuana, que estaba acondicionada en un paquete envuelto en una cinta ocre transparente.
Tal situación derivó en dos allanamientos en domicilios diferentes, arrojando uno el resultado conocido y en el otro no se halló nada vinculado con el caso. El gendarme que comandó los allanamientos y estuvo personalmente en el que se realizó en la casa donde fue detenida Altamirano, dijo que la chica señaló a su concubino como el propietario de la droga, que sería utilizada para adquirir un auto. Además mencionó que se llegó a vigilar la casa por información que se obtuvo de otro procedimiento. También dijo que cuando llegaron parecía que la vivienda estaba deshabitada, pero cuando procedieron a ingresar pudieron advertir que un hombre saltó un tapial hacia una casa aledaña, dándose a la fuga.
En la requisitoria de elevación a juicio se dejó constancia que de las pericias químicas realizadas al contenido de los dos paquetes decomisados, el que arrojó el motociclista y el que se secuestró en la casa de Altamirano, surgió que presentaban las mismas características botánicas, de presencia de principio activo y de aspecto y humedad.
Pese a todo lo conocido e informado en el juicio, los testimonios de los cuatro gendarmes que participaron del procedimiento fueron vitales para el futuro de la causa.
Los integrantes de la fuerza, no fueron precisos en los datos aportados, como tampoco en aspectos rutinarios del procedimiento que no lograron ser aclarados al tribunal, al defensor oficial Mario Franchi y a la fiscal de Cámara, Marina Pajares. Además, quedó en claro que la acusada no habría tenido nada que ver con el ilícito en cuestión.
Tras producirse un cuarto intermedio, la fiscal informó que no había elementos de peso para mantener la acusación de la procesada. De igual manera, Franchi marcó varios interrogantes sobre el procedimiento y sobre la participación de su defendida, que quedó descartada. Por lo expuesto, el Tribunal dispuso absolver a la muchacha y reclamar a la Policía la localización del concubino, quien aún se mantiene prófugo de la Justicia.

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