La medida implica que en estas ciudades–consideradas de bajo desarrollo bancario– pueda incrementarse la presencia de estas entidades.
Dentro de las categorías I y II, de mayor bancarización, se encuentran la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Río Cuarto, Bahía Blanca, Mar del Plata, San Nicolás, Gran Mendoza, Gran Rosario, Campana, Chivilcoy, Junín, Necochea, Olavarría, Pergamino, Pilar, Tandil, Tres Arroyos y Bariloche, entre otros grandes centro urbanos.
En tanto, en las categorías III y IV, la de menor desarrollo, se encuentran Tierra del Fuego, Catamarca, Resistencia, Posadas, La Rioja, Concordia, Salta, Gran San Juan, Gran Tucumán, Paraná, La Pampa, entre otras.
Según lo dispuesto en la Comunicación A-5167 de la autoridad monetaria, el Central “considerará especialmente si el pedido de apertura de sucursales en las jurisdicciones del país más bancarizadas está asociado a la apertura simultánea de igual cantidad de sucursales en las zonas con menor prestación de servicios bancarios”, señaló un comunicado de prensa.
La referida asociación entre una y otra filial se considera cumplida cuando la entidad financiera haya abierto sucursales (o su instalación se encuentre autorizada por el BCRA) en zonas de baja bancarización dentro de los 18 meses anteriores al pedido de apertura en las jurisdicciones más bancarizadas.
También se establece un plazo mínimo de dos años de funcionamiento para las sucursales asociadas que se instalen en las categorías de menor servicio bancario.
El incumplimiento de ese plazo derivará en que el banco no podrá abrir sucursales en las zonas de mayor actividad bancaria por dos años, además de recibir sanciones previstas en la ley de Entidades Financieras.
Esta decisión está alineada con una serie de políticas que vienen siendo impulsadas por el BCRA para facilitar a la población el acceso al crédito y a los servicios financieros, con el objeto de profundizar la inclusión social.
Según el Central, “el nuevo esquema ayudará a descentralizar el sistema financiero, generando beneficios para numerosos lugares del país que hoy no cuentan con los servicios adecuados en sus ciudades o, directamente, carecen de ellos”.
Las nuevas pautas de aperturas de sucursales no será exigida a los bancos públicos, debido al de fomento y cobertura bancaria que ya desempeñan.
Tampoco a los bancos especializados, con menos de 5 sucursales, y en el de aquellos bancos que ya tengan presencia en las categorías de bajo nivel bancario y que se encuentren por encima de la media del mercado.