Fastidioso con las apreciaciones de Juan Carlos Cresto, no lo pensó dos veces: “a mí no me torea nadie, se dará cuenta que no es chiquilinada cuando se cuenten los votos en las urnas concordienses”. Con esta frase Jorge Busti, planteó dos objetivos inexorables en Concordia: sostener la candidatura de Sergio Uribarri y disciplinar a todos.
Para cumplir con estas premisas, necesita la menor cantidad de escollos. Al no resolver rápidamente esto, anuncia su candidatura nuevamente a intendente, inimaginada hasta para el más ferviente de sus seguidores.
Las estridencias de Jorge Busti seguirán resonando y cada vez más fuertes, si no son “obsecuentes” con “la conducción natural del Jorge”. Este es el Busti que no sorprende -¿y extrañábamos?- el del ataque destemplado, el del cachetazo detrás de la oreja.
El éxtasis del eterno retorno
Jorge Busti adelantó que convocará a una suerte de “Cabildo Abierto”, el 29 de julio próximo, “para escuchar la voz del pueblo y ver si la gente cree que puedo serle útil como intendente nuevamente”. Acotando, “la única condición que pongo es que esto sea aceptado por la gente de los barrios de Concordia y por la militancia en general”.
Un legislador reflexionaba que esto se parecía al “eterno retorno” de Nietzsche: “El hombre hastía por pequeño, por mezquino, que retorna a lo mismo, a las mismas situaciones, las mismas historias y la voluntad de poder y nada más”. Pero remarcando que este “retorno” le será “un laberinto”, porque “repetir siempre la misma metodología lo llevará a eso, a no encontrar la salida”.
Para muchos punteros de la Agrupación Evita y sectores que acompañan a Cresto (que saben bastante de los enfrentamientos, luchas y tensiones por el territorio y muchas veces sin sentidos) no es creíble la candidatura a intendente de Busti. “No olvidemos que también dijo que iba a ser candidato a intendente en Paraná” recordó un presidente vecinal. Para otros, esto no pasa más allá que una intimidación a “aquellos que no comparten sus decisiones”, refiriéndose claramente a Cresto. Coincidían que cuando “Jorge se enoja, sabemos que amenaza a todos con contar los votos”.
Lo cierto es que, a partir de la convocatoria de Busti al “Cabildo Abierto”, empezaron a proliferar reuniones de la “militancia”. De hecho, en una reunión realizada el martes en el Barrio Constitución, diecisiete vecinalistas y una docena de punteros se planteaban elaborar un documento para ser leído en la reunión del 29 próximo donde no se deja de reconocer a Busti como conductor natural, pero, palabras más, palabras menos, muchos adherentes de la Agrupación Evita concuerdan lo siguiente : “por debajo de su figura debe entender que todos somos iguales. Hoy cuesta encontrar a un compañero satisfecho con la candidatura del “Pato” (Urribarri). Hay que ir a internas”. También están los que plantean que: “si Busti lo dice, así debe ser”. Los cuales, por cierto, no son pocos y tienen la tarea “militante” de “aconsejar” a los rebeldes para que reine la armonía antes del cónclave del 27 de julio.
Hay un sector muy importante de jóvenes que se sintieron molestos con Busti por ser tratados como traidores: “Busti se va a dar cuenta que son muchos los jóvenes que estamos trabajando en un proyecto para llegar a la intendencia; así que, si tenemos que ir a una interna contra él, vamos”, decía un referente que acompaña a el diputado Enrique Cresto.
Quejas en voz baja contra la postura de Busti
Luego que Busti manifestara que la Agrupación Evita, y Uribarri en particular, son los garantes de la continuidad de los logros económicos, sociales e institucionales en esta provincia, surgió malestar (que, por supuesto, no se animan hacerlo público) entre los dirigentes que no están dispuestos a permitir, hoy, el “dedo del líder”. El reclamo amargo a Busti para que no persista con la candidatura de Uribarri -sostuvo un conocido dirigente local- “no es patrimonio exclusivo de los que concurrieron al club Talleres de Paraná, sino de muchos peronistas que damos la vida por Busti”.
Nada de esto es nuevo ni sorprendente. Finalmente de eso se trata la “política” por estos lados. Muchos se preguntan: ¿Esta fotografía política cuánto perdurará? Lo cierto es que el peronismo es exótico, porque justo cuando todo parece romperse en mil pedazos en esta ciudad, las alianzas se renuevan.
