Ayer, familiares, amigos y vecinos de Ricardo Benítez, el joven asesinado de 30 puñaladas, volvieron a movilizarse por las principales arterias de la ciudad reafirmando su reclamo por justicia. La marcha, encabezada por los padres del muchacho, terminó en el lugar donde fue encontrado sin vida el sábado pasado. Entre los vecinos circuló un borrador de lo que sería un nuevo petitorio que entregarían a las autoridades en las próximas horas. El documento cuestionaría que la justicia no es igual para todos; “los pobres no tienen derecho a reclamar” señala uno de los renglones. Además cargan contra la fuerza policial que “habiendo denuncias no tomaron recaudos” y preguntan “¿Dónde están? ¿Se buscarán los policías responsables?” Si bien los manifestantes no descreen de la responsabilidad de Álvarez, el único acusado y detenido de la causa, insisten en que “es imposible que nadie haya visto nada. Es imposible que una sola persona cometiera el crimen”.
Junto a la particular visión que tienen los vecinos del joven asesinado, circuló una copia de una fotografía que se habría tomado en el quirófano del hospital cuando Álvarez era intervenido para extraerle del cuerpo el supuesto arma homicida, aseguran que la difusión de dicho material evitaría que se pierda o que quede tirado como otros elementos y enumeran botellas y trozos de ropas que no habrían sido recogidas del lugar donde fueron encontrados los cuerpos.
