Trump entendió muy bien eso que la mejor defensa es el ataque y por eso cargó ayer contra la prensa. “Miren cómo me han tratado últimamente, especialmente por parte de los medios de comunicación. Ningún político en la historia ha sido tratado peor o más injustamente”, se quejó el mandatario en un discurso que brindó durante la ceremonia de graduación de 195 cadetes de la Academia de la Guardia Costera de Estados Unidos, en New London, en el estado de Connecticut.
Desde que Trump asumió al frente del Ejecutivo, las denuncias llovieron sobre la investidura presidencial: que su gente se reunió en secreto con el embajador de Rusia en Washington y discutieron levantar las sanciones contra el Kremlin, que despidió recientemente al director del FBI para frenar su investigación sobre esas relaciones y, finalmente, que entregó información clasificada de Israel al canciller ruso, Sergei Lavrov.
Las comisiones de Inteligencia de las dos cámaras del Congreso, dirigidas por la mayoría oficialista republicana, investigan las acusaciones. Sin embargo, hasta ahora no consiguieron averiguar demasiado y el escándalo avanza, principalmente, a través de las denuncias y las filtraciones de información clasificada en los medios más importantes del país. El presidente no se refirió a las últimas publicaciones periodísticas, pero utilizó el escándalo como ejemplo para ofrecer consejo a los recién graduados de la academia militar. “A lo largo de su vida, les van a ocurrir cosas que ustedes no merecen y que no siempre son justas. Pero ustedes tienen que resistir y luchar, luchar, luchar”, sermoneó el presidente en Connecticut.