A tono con las flexibilizaciones, en las oficinas públicas comenzaron a entreabrir las puertas

En Rentas se solicita turno pero también atienden por cuestiones puntuales a quienes no lo hayan sacado. 

 

En la Dirección de Rentas, ubicado en calle Buenos Aires, las puertas se mantienen cerradas. Un  empleado se encarga de atender a quien toca la puerta y permite el ingreso – si tiene turno previo-, aplicando alcohol en las manos, dependiendo de qué tipo de trámite necesite realizar. A diferencia de la prepandemia, cuando había varias personas haciendo fila o sentadas esperando para dialogar con algún empleado, en la sala solo se ve a los trabajadores en sus escritorios. Y la intención de las autoridades es que eso se mantenga en el tiempo.

Según pudo averiguar DIARIOJUNIO de fuentes de esa oficina, están conformes con el sistema de turnos que se otorga dado que entienden que la mayoría de los trámites que la gente requiere se pueden llevar adelante ingresando a la página web de Ater. Por ejemplo,  bajar una boleta de un impuesto, tramita un libre deuda o incluso hasta se puede pagar de manera virtual. Por lo tanto, solo permiten turnos para trámites puntuales que requieran la presencia física de una persona. No obstante, admiten que se deja ingresar de a uno a los contribuyentes que no tengamn turno pero necesiten utilizar la terminal de autoservicio, rebautizado por los empleados como “Arturito” (en referencia al simpático robot de ‘La Guerra de las Galaxias’) ubicado en el ingreso a la oficina.

En el Registro Civil, ayer jueves, el acceso era irrestricto: pasaba todo el mundo. “Hoy no tenemos el policía que siempre cuida la puerta”, dijo una de las empleadas.  Actualmente, el ingreso a la repartición estatal ubicada en Hipólito Irigoyen y Buenos Aires, es limitado. La intención es que no haya más de 20 personas en forma simultánea en las oficinas. “Ya somos muchos los empleados. No tenemos ventilación natural, el edificio es cerrado y cuando hace calor no se abren las ventanas, se enciende el aire acondicionado”, admite la fuente consultada por DIARIOJUNIO.

La persona que se prestó al diálogo sostuvo que la posibilidad de que se vuelva a atender a puertas abiertas depende de Paraná, no de ellos. No obstante, creen que deberían mantener alguna medida de control en el acceso. De lo contrario, las imágenes de la gente amontonada esperando ser atendido volverán a ser moneda corriente. Y los empleados ven que mucha gente es reacia a mantener el protocolo como la distancia, el alcohol en las manos o el uso del tapabocas. “La gente te dice que se lo olvidó en el auto, es la excusa más común”, dijo la mujer a DIARIOJUNIO, quien recordó que en la repartición hubo varios casos de Covid 19 e incluso, ella misma lo contrajo: estuvo internada 20 días y, por las expresiones de su rostro, no la pasó nada bien.

Flexibilizaciones de hecho

En la delegación de Iosper, ubicado en calle Estrada, ya no se observan las colas interminables que se extendían calle abajo. No más de seis o siete personas se acumulan en la entrada y luego de que el policía de la entrada les franquea el paso, van ingresando de a uno. Desde la delegación señalaron a DIARIOJUNIO que comenzaron a flexibilizar el paso a quienes no tengan turno pero atendiendo a que no haya más de 20 personas dentro de la delegación. Lo que también se observa es que la mayoría de los empleados no utiliza el tapabocas, descuidando un aspecto elemental de la prevención. “Se atiende a todos”, dijo la fuente quien adelantó que desde el mes que viene la atención volverá a ser por orden de llegada.

El director de Delegaciones del Iosper, Francisco Jancarik, ratificó esta mañana lo mencionado en la delegación local al señalar que desde el 1° de noviembre se atiende a quienes van sin turno. Y que, desde el 1° de diciembre, se dejará de lado el sistema de turnos y los afiliados serán atendidos por orden de llegada. No obstante, remarcó que aún no determinaron que sistema de control llevarán adelante, para evitar que la delegación se vea repleta de personas haciendo fila dentro de la sucursal, contrario a los protocolos de ventilación adecuados para evitar que alguna persona enferma propague el Covid 19 al interior de la misma.

En tanto, en la oficina de Sidecreer, ubicada en calle San Luis, desde este miércoles ya no se piden turno previo a quienes acudan a la misma. El sistema de turnos fue dejado de lado. Cerca del mediodía de ayer jueves, no había nadie en la oficina, de reducidas dimensiones. Los empleados aseguran que el flujo de gente se incrementa desde el día 15 en adelante, cuando se acerca la fecha de vencimiento de la tarjeta ya que suelen necesitar un resumen de la cuenta, extender el tope de financiamiento, etc., etc.

Un cartel en la puerta vidriada de ingreso pide que solo dos personas permanezcan en el interior del local. A pesar del poco espacio existente, los empleados sostiene que antes de la pandemia, podían llegar a encontrar hasta una decena de personas: tres en los escritorios y los demás haciendo fila detrás. ¿Cómo van a evitar que eso vuelva a suceder? No saben: solo esperan que la gente no haga caso omiso al cartel de la entrada.

 

Informe: Guillermo Coduri

 

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