Con una frialdad asombrosa, la agresora permanecía en el lugar del hecho con la mirada desafiante ante el estupor de los presentes. Otra joven que al parecer la conocía se animó aunque tímidamente a proferir alguna crítica por el hecho, a lo que la agresora le espetó “vos no te metas, andá a cuidar a tus hijos”.
Por su parte una ambulancia llegó al lugar rápidamente y con la joven mujer agredida tendida en el piso ofrecían los primeros auxilios y la subían en una camilla para trasladarla al hospital Santa Rosa. Hasta ese momento (ya habían pasado 40 minutos) la policía no había arribado al lugar. La agresora en tanto no se iba, daba la impresión que los esperaba y que no tenía ninguna intención de escapar o de no hacerse cargo del hecho de violencia que acababa de perpetrar.