“A mi hijo no le dieron la posibilidad de arrepentirse”

José Rodríguez había nacido en Chajarí y buscando un futuro se radicó con su familia en Concordia, con excepción de su padre, “un hombre que nunca pudo dejar el alcohol”.
Isabel Gamarra de Rodríguez, tiene, además del dolor de madre, una preocupación particular, “yo lo quiero que quede claro es que mi hijo no apuntó a ninguna criatura”.
Vale recordar que la defensa del joven Meichtry subrayó que este disparó sobre los delincuentes, porque emocionalmente, lo había desestabilizado que hayan apuntado con armas a su pequeño sobrino. “Me duele que digan que mi hijo apunto a un chico de dos años, porque él amaba a los chicos”, según asegura.
Los familiares reconocen que “esta mal” lo que hacía José, aludiendo al atraco en el que se habrían hecho de una equipo musical. Pero están convencidos que “la criatura no estaba, porque fue todo armado. El abogado (Rafael) Briceño llegó antes que la policía. Hubo personas que vieron como a mi hijo lo arrastraban cuando ya estaba muerto, para ponerlo sobre el equipo como que él lo llevaba”, según denuncia su hermana Romina Rodríguez. “Y esa arma que apareció nosé”, agrega
La defensa de Meichtry insistió en todo momento que éste se vio amenazado porque Rodríguez, en su huída, lo había apuntado. Pero el disparo que el muerto presenta en su espalda lo compromete de manera delicada. Al punto que la fiscal de la causa, Marta Vale pidió que la causa se tipifique como “homicidio con exceso de legítima defensa”. La fiscal no creyó la versión del imputado y entendió que no defendió su vida, sino bienes materiales.
Isabel remarca que su hijo no era de andar en cosas raras y que nunca había tenido problemas con la policía. DIARIOJUNIO confirmó esto a través de una autoridad de la departamental de Policía. “este pibe no tenía antecedentes, si cuando llegamos pensamos que se trataba de una persona de otro ciudad” reconoció la fuente. Agregando que “si bien estaba rodeado por grupos peligrosos, aparentemente el no caía” en la delincuencia.

Pasado y futuro

José Rodríguez tuvo que dejar la escuela secundaria en el año 2001, “porque yo me enfermá y tuvo que salir a trabajar” explica su madre. “En esa época todo subía y subía. Como él era el mayorcito comenzó a trabajar en la construcción”. Luego de eso, pasó a trabajar en la fruta y en esa actividad se desempeñaba actualmente, cumpliendo tareas en distintas “cooperativas”.
El día trágico, Ramón Salinas, el otro ladrón que resultó herido, llegó hasta la casa de los Rodríguez y preguntó por los distintos varones de la familia. José estaba en ese momento y se fue con Salinas. Aseguró que salía un segundo y volvía enseguida.
En horas de la noche, Salinas vuelve solo, con una herida en el cuello y el brazo. Explica que “lo había llevado a hacer una mano y que le había salido mal. Que José estaba en el hospital con un balazo en la pierna”.
En realidad José yacía muerto con un disparo en su espalda. “Me lo llevó a la muerte” asegura Isabel y denuncia que “habría un familiar de Salinas, que sería policía” y estaría a cargo de informar éste sobre los negocios en donde se podían llevar a cabo estos golpes. Esto le habría dado sus frutos a Salinas en mas de una oportunidad, hasta que llegó al negocio de los Meichtry. “Salinas fue el que me llevó mi hijo a la muerte”, reitera.
Romina destaca que su hermano quería ser policía “el año pasado había presentado todos lo papeles, pero no tenía los documentos actualizados. Tenía el DNI de los 8 años, por eso no pudo entrar. Sino hubiese estado allá” y muestra una fotocopia que confirma ese antecedente.
Isabel asegura que le costó mucho sobreponerse a las voces que llegaron a celebrar la muerte de su hijo y ahora reclama justicia. “Yo espero que la haya, quiero que Meichtry vaya detenido. Me hijo esta pagando, porque esta bajo tierra, Salinas esta preso y él (Meichtry) es prácticamente un asesino”.
Romina agrega que “ellos dicen que mi hermano es un malandra, un delincuente. Pero si vamos al caso, mas delincuente es el asesino que mató a mi hermano. En la forma que lo mató”.
Frente a lo irremediable se lamentan que José no haya tenido “la posibilidad de arrepentirse de lo que estaba haciendo por primera vez”.
Isabel dice estar “tan segura que si a mi hijo le hubieran dado la posibilidad de caer preso, por lo que estaba haciendo, el estaría desesperado por ir y arrodillarse delante de Meichtry. Como lo hacía muchas veces con nosotros. Por eso no puede ser que le haya apuntado a esa criatura con un arma, eso no lo puedo creer”.

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