La prohibición de salida del país lo tomó a Macri arrastrando sus valijas por la avenida Collins de Miami Beach. Hasta el momento, el expresidente no se pronunció sobre la convocatoria a indagatoria para el jueves próximo que formuló el juez Martín Bava. La decisión del magistrado inevitablemente alterará su estadía en Estados Unidos y abre interrogantes sobre si pedirá una postergación o buscará correr al juez de la causa.
Una vez que regrese a la Argentina, Macri deberá pedirle permiso a Bava en caso de querer realizar un nuevo viaje. Es probable que apele la decisión del magistrado en busca de revertirla. En ese caso habrá que ver si acceden o no a su planteo.
Macri estuvo presentando su libro en la Florida International University. Allí, entre otras cosas, Macri relata que convocó a su amigo Gustavo Arribas con un engaño para conducir la Agencia Federal de Inteligencia (AFI): le habló de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) porque Arribas estaba radicado en Brasil y dedicado a la compra-venta de futbolistas.
“Jamás recibí una ‘carpeta’ de nadie, jamás me fue ofrecido un servicio sospechoso y nadie vino a quejarse de agentes que estuvieran traspasando los límites de su función”, escribió allí Macri. Por el contrario, el juez Bava sostiene que la AFI espió a los familiares de los tripulantes del submarino para pasarle información al entonces presidente. Dice, además, que no fueron agentes que lo hicieron por motu proprio sino siguiendo órdenes de las máximas autoridades de la exSIDE.
