Previo a esto, uno de los malvivientes se acercó a la puerta y tras golpearla, se hizo pasar por un cadete. La empleada administrativa de 25 años, confió en la maniobra, pero pronto se dio cuenta que estaba frente a un robo, cuando dos hombres la notificaron del ilícito.
Eran cerca de las 8,30, y la mujer fue empujada al interior de la obra social, allí se encontraba otro empleado administrativo y un cliente.
Tras algunas amenazas, los sujetos redujeron a las personas. Con el camino libre, extrajeron de la caja registradora cerca de 3.000 pesos, en tanto que a uno de los trabajadores le robaron 1.500 pesos que tenía destinado al pago de la tarjeta de crédito.
Obtenido el dinero, prepararon el escape no sin antes amedrentar a las víctimas que no se movieran.
A los investigadores de la policía, más allá de avanzar en la causa, les llamó la atención el robo en sí, ya que no es común dejar en un fin de semana largo una importante suma de dinero en la caja.
Más allá de esto, con los datos aportados por las víctimas, no se descartó que se podrían producir una serie de procedimientos a fin de tratar de aclarar el hecho. Ante esto, desde la comisaría segunda, se alertó que hay datos que son de utilidada para la propia causa.
