Los manifestantes exigen justicia y aparición con vida de Morales. Asimismo reclaman a la justicia entrerriana la no criminalización de la protesta social; ya que su sobrina Nuria Miño, a quién le expresan solidaridad; es la única imputada en la causa por manifestarse con la comunidad de San Jaime pidiendo la aparición con vida de su tío.
Para recordar, el hecho ocurrió el 30 de Agosto de 2.011; Pocho, de 66 años, viajaba en bicicleta por las calles de un pueblo de 4.600 habitantes, vendiendo quiniela, con la máquina captadora de apuestas del Iafas a cuestas. Ese martes a la tarde salió para hacer el recorrido habitual, y su esposa esperaba su regreso a las 20.30, el horario de cierre de las apuestas. Sin embargo, Morales nunca regresó.
La Red de Alerta conjuntamente con la Fundación La Alameda participarán activamente de la convocatoria acompañando a su familia y a la comunidad de San Jaime de la Frontera exigiendo justicia, basta de impunidad y aparición con vida de Pocho Morales.