En principio, las familias de Miño y Quintana tuvieron el asesoramiento del abogado Martín Jáuregui y la investigación quedó a cargo del entonces Fiscal, Germán Dri. El caso llegó incluso hasta Nación y se logró que la Ministra de Justicia de la provincia, Rosario Romero, se reúna con quien era entonces su par en Nación, Patricia Bullrich, e hicieran un pedido a la Justicia correntina para trabajar en la búsqueda, además de ofrecer una recompensa de 200 mil pesos para quien brinde datos. También se lograron aportes de Gendarmería para hacer rastrillajes por agua y tierra en la zona donde se encontró la camioneta, pero todo quedó en la nada.
A casi cinco años del misterio, DIARIOJUNIO volvió a comunicarse con el fiscal de Santo Tomé (Corrientes) que investigó el hecho, Facundo Cabral, y, si bien informó que hace unos meses la causa está en poder del Juzgado de Instrucción por una modificación en Código Procesal Penal de esa provincia, «mientras yo estuve a cargo, no hubo avances», remarcó.
A su vez, Cabral insiste en que la investigación estuvo siempre direccionada para el «Homicidio por ajustes de cuentas», por las particulares características del hecho, como el incendio de la camioneta, la falta del motor y el lugar donde la encontraron.
«Tuvimos un cambio en el Código Procesal Penal de Corrientes hace poco más de un año, en donde todas las causas más viejas quedaron a cargo del Juez de Instrucción y nosotros continuamos con las más nuevas», detalló Cabral. «Y ahí perdí el rumbo de ese caso, pero hasta que yo estuve no hubo avances, datos, información, ni nada que aportar», recordó.
«Lo último que había hecho fue pedir a Peugeot detalles de algunas piezas de la camioneta para tratar de encontrar una punta de investigación, pero no se si hubo respuestas», agregó.
Finalmente, el fiscal correntino aseguró que la causa no fue archivada, aunque asumió que está muy lenta por la falta misma de información.
