Todo hombre es un animal político : Aristóteles
Eliana, es una joven de 18 años, a punto de egresar de la escuela secundaria
“Si la política consiste en articular lo colectivo por el bien común, como me enseñaron en la escuela, tiene que haber práctica militante con la convicción de que se llegue a ese logro. Yo no entiendo nada de cómo se “hace política partidaria”, porque nunca participe, pero es fácil observar en Concordia, que existe más la ambición personal de la mayoría de los políticos por hacer plata como sea, sin hacer nada, que pelear por el bien común. Más, estoy convencida que participar en los partidos políticos no interesa a la mayoría de los jóvenes, porque abundan malos ejemplos, y los que “participan” no lo hacen por las ideas sino, acompañan a inescrupulosos que les mienten, que no están dispuestos a cambiar nada. La mayoría de los jóvenes lo hacen por un choripán, un vino y un subsidio, nada más. La mayoría de los políticos incentivan esto. No les interesa que esos chicos tengan educación, cultura y trabajo, el único objetivo es aprovecharse de ellos”, sentencia Eliana.
José Carlos, nació en 1985. Es un militante de la Agrupación Evita del PJ.
“yo me metí a militar en el 2003 porque me prometieron que me iban a dar un trabajo. Los acompañe a todas parte, enganchando “chabones” en todos los barrios que tengo conocidos. Me cagaron a cuento todos, hasta hoy los busco, se esconden, no te conocen, claro si ya están acomodados y llenos de plata y ni bola te dan, por ahí me han “tirado un subsidio”. Pero eso no quiero, quiero que me “tiren un laburito”. José Carlos expone algo interesante, nos dice: “mira la mayoría que se dicen que son “punteros” del barrio, es todo verso, mentira. A muchos de ellos, los vecinos no los pueden ni ver, porque “se dan” y hacen lío en el barrio. Te digo más, un día están con un candidato y mañana están con otro. Están con quienes le tiran más plata y también con quien los “chamuya” mejor. Yo he visto como los vagos les mienten a los candidatos, diciéndole que tienen tantos vagos para juntar votos, entonces arreglan por plata. Ahora, siempre hay uno mas ligero que vos”. Pero además admite que “no te voy a negar que a muchos de nosotros nos encanta estar al lado del candidato, porque eso te da “poder” frente a los otros vagos, a la hora de arreglar”. Preguntado sobre como le gustaría que fuera la militancia en el partido, nos dice categóricamente: “si ayudamos a que llegue alguien, que ese candidato “nos tire algo”, no hay mucho misterio en esto. Acá no hay otra cosa. Que repartan los que llegan, si ellos no tienen valores tampoco”.
Es importante remarcar que José Carlos, es uno de los tantos jóvenes que ha desertado de la escuela secundaria y trabaja temporariamente en la cosecha de frutas.
Vicente Giampaolo, presidente del Justicialismo concordiense
“la militancia tuvo en los 80, un valor fundamental. Fue como un avivar la participación en los espacios políticos. Éramos más utópicos, por eso se participaba más. Hace veinticinco años atrás, la militancia política tuvo la importantísima función de actuar colectivamente buscando un horizonte común. Hoy esa función esta muy diversificada, cada uno que llega arriba, con votos prestados o sin prestar, creen que son dueños de la situación, no reproducen lo que queríamos todos”. Esta convencido que “la militancia siempre tuvo valores, porque participa activamente siempre por un ideal y por personas que creen que van a levantar las banderas de ese ideal. Pero desde hace mucho, cuando llegan, muchas veces esos compañeros no responden a la militancia. Entonces ese militante ya no se siente útil, no se siente incluido en el proyecto, por esta razón, la militancia no tiene continuidad y participación”. Como producto de estas situaciones y sumado a que “Jorge Busti, que aporto mucho en estos 25 años a la militancia en nuestra ciudad, cada vez que Jorge elige los candidatos, lo traicionan entonces se divide, se fracciona mucho la militancia. Esto lleva a que las Unidades Básicas y el Consejo Departamental funcionen a medias. Por más que uno haga esfuerzo, no tiene un valor real. El peronismo necesita recuperar espacios para la discusión y organización, para que los compañeros recuperen el rol de la militancia”, reflexiona Vicente Giampaolo
Consultado sobre que valores debe el Justicialismo imprimirle a la militancia hoy, reflexiona “terminar con el clientelismo, con la dádiva que es algo humillante de la política, pero poco de los que están arriba entienden eso”.
Beba Tribulatti, titular de la CTA Concordia y luchadora social
“La recuperación de la democracia, luego de los años de la dictadura militar, tuvo a la militancia de la clase trabajadora como promotora fundamental. Fue de gran impulso, le dio la fuerza al pueblo que estaba adormecido en el temor por lo que había ocurrido en la dictadura. La clase trabajadora logro una militancia importante entre los compañeros. Logro plasmar reanimar la lucha social y comprender que la democracia era la opción elegida”. Prosigue diciendo “es evidente que la realidad de hoy es del todo diferente a la de entonces. Añoro permanentemente recuperar la participación militante, me parece que se ha perdido el valor de lo que significa la democracia, por lo menos desde mi punto de vista. Estoy convencida que la democracia es muy valiosa, pero creo que le falta muchas cosas para que sea una democracia real. Yo a la democracia hoy, la denomino formal, porque cada dos años nos convocan a votar, porque la militancia hoy en día ya no se ejerce de la manera “boca a boca” que nos llevaba a votar realmente por una patria para todos, sino que hoy en día ya es una militancia que tiene mucho que ver con lo económico, que tiene ver con aquel que tiene y puede hacerla. La democracia hoy tiene que ver mucho con la plata. La militancia que deseo es la de juntarse en los barrios. Nosotros intentamos permanentemente hacerlo, charlar con ellos, no para llevarles un candidato, sino ir a plantear lo que nos sucede, ir a que pensemos en conjunto y revaloricemos lo que es la democracia. La democracia debe ser bien ejercida. Y no padecer lo que hemos elegido. No convertirnos en nuestros propios verdugos. Creo que se trata de eso”. Hoy es necesaria una militancia que tenga capacidad de juicio, crítica y actuación razonada. Sólo así es posible establecer las bases de formas políticas conscientes, responsables y coherentes”.
Mandy Saliva, referente político del macrismo en la provincia de Entre Ríos
“Creo que desde el conflicto de Malvinas, la gente empezó a tener una fuerte participación. Nosotros desde el Justicialismo veníamos trabajando disfrazados desde, para ir motivando a la gente. Era bastante difícil, dado que la gente tenía temor por lo que se había vivido en la dictadura. Pero esa militancia del compromiso y la resistencia es la que logró después, que la gente se compenetrara con la democracia”. En este sentido, Saliva entiende que la militancia en esos tiempos era “fruto de un proceso. La gente entendió aquello que con la democracia se come, se educa y se come. La democracia era eso. La democracia era más obligación que derecho”. Refiriéndose a la militancia actual dice “dejamos en manos de unos pocos, lo que debemos hacer entre todos. Se dejo de lado el trabajo constante y continuo de la democracia y nos olvidamos de todo lo que vino. Esto ha traído una especie de apatía. Es fácil observar que la gente cree en la democracia como sistema, pero descree de los resultados”. Sentencia que “se han trastocados los valores de la militancia, porque los partidos políticos son estructuras con muchas telas de arañas, estas viejas estructuras se deben derrumbar. Recuperando la militancia se recuperan los partidos. Así también debe pasar en los sindicatos. Hay que proponer a la sociedad en su conjunto, mayor transparencia”. A la hora de proponer transformaciones en la involución que ha tenido la militancia, propone “resetear el país, como cuando se nos tilda la computadora. La militancia esta reprochada, hay que recuperar los espacios de encuentros donde sea posible reflexionar colectivamente, partiendo de la necesidad de alternativas tanto para nuestras formas de militancia como para el resto de nuestra vida cotidiana”, concluye
Olga Segovia, responsable del CDI “San Jorge”
En Concordia, la militancia social tiene su auge cuando se deslegitiman los “punteros políticos” en el trabajo social del barrio. El trabajo social en los sectores más carenciados, posibilitó la construcción de nuevos liderazgos, pero también sirvió para que se encubrieran muchos “militantes políticos” desacreditados con trabajos sociales para reivindicarse como militantes distintos. Olga Segovia, responsable del CDI “San Jorge”, es una docente que milita socialmente en el Justicialismo de hace muchos años nos expresa, “siempre pienso bastante, respecto al papel que debe cumplir el militante político y social en nuestro quehacer cotidiano, para contribuir al cambio hacia una sociedad más igualitaria. Hay mucha gente que día a día, tiene la posibilidad de realizar gestos minúsculos para cimentar esa sociedad. Pero no, el descomunal clientelismo político sustituyó la pasión de militar por esa sociedad más justa que soñábamos hace 25 años. La mala política de varios dirigentes influyentes, ha degradado por completo el concepto de militancia. Hoy ha sido reemplazada por operadores, por personas que están dispuestas a hacer cualquier cosa con tal de conseguir un mejor bienestar propio”. Olga Segovia añora “aquella militancia de los tizones, despegada de todo interés individual. Esa militancia capaz de dar todo. Pero lamentablemente la realidad muestra una militancia cerca de lo económico y la falta de convicciones”.
Bernardita Zalisñak, representante del Movimiento Humanista de Entre Ríos.
“Hace 25 años, yo era chica, tenía diez años, y vivía con mucha emoción los actos políticos a los que me llevaban mis padres para escuchar las propuestas. Era una época dónde había mucha alegría. Se notaba por contraste, por la realidad que se había vivido en época de la dictadura. Realmente era como un acto de nacimiento, que hoy es parte de mi paisaje de formación”. Prosigue diciendo, “pero ya en la década del 90, nos empezamos a dar cuenta que la cosa no había salido como se esperaba. La democracia es formal, y lo que la militancia esperaba era otra cosa. La responsabilidad es de quienes han gobernado en esos tiempos. Pero que sigan ellos en el poder, es una responsabilidad de las mayorías, que en lugar de redoblar la apuesta, se resignan. Esta conducta, de alguna manera, denigra el sentido de “militancia”, de compromiso, de solidaridad. Yo creo que estamos en un momento en que la gente se “pudrió” de todo esto. Y tal vez sea el momento de pasar a otra historia”. Zalisñak considera que “son tiempos de hacer militancia, de acercarse a la gente. Haciendo un trabajo de base. Nosotros venimos proponiendo habilitar espacios de participación, comunicación y expresión para acercar a aquellos que no quieren participar, que no les interesa la militancia, que toma todo con sospecha. Estoy convencida de que debemos seguir con esos canales ascendentes”.
Para que realmente se vuelva a valorizar la participación ciudadana considera que “las estructuras políticas deben replantearse el sentido que tienen. Pero no solo las estructuras políticas están vaciadas de contenidos en nuestro país, sino las otras instituciones también. Esto ayuda a que siga la democracia formal. Nosotros desde nuestro movimiento, venimos insistiendo con que se deben encontrar mecanismos de democracia directa y democracia semidirecta, porque de seguir así, la cosa no va a cambiar”.
Alberto Rotman : Dirigente y militante de la UCR
Los 25 años de democracia ininterrumpida “es tiempo suficiente para sentarnos a pensar si estamos mejor. Debo reconocer un cierto grado de desilusión ante esas tremendas expectativas que se crearon esos años. Esa democracia que tanto soñábamos, donde las libertades individuales y el estado de derecho, eran nuestro mayor anhelo, incluía además, “mayor equidad en la distribución de la riqueza, partidos políticos fuertes, políticas de estado consolidadas, alternancia en el poder, Justicia independiente, Congreso con poder propio “ , nada de esto hoy abunda”. Rotman se pregunta “a 25 años que pasó con los jóvenes de entonces, donde quedó esa militancia que jugó un papel preponderante en el resurgimiento de la democracia y en sus primeros años, nos preguntamos también que pasa con los jóvenes de hoy, que tan poco interés tienen por la política partidaria, que ha pasado con los movimientos juveniles de estudiantes. Con el advenimiento democrático comienzan nuevamente las grandes movilizaciones, la participación, el entusiasmo, el fervor político, que lentamente se fue apagando a medida que la sociedad, en espacial los jóvenes, sufrían decepciones, los luchadores de aquellos momentos fueron ocupando lugares en los distintos gobiernos, sufriendo el costo y el desgaste político que da el poder. La política se profesionalizó. No se incentivó el recambio generacional, y en algunos casos se impidió este recambio. Los jóvenes de hoy tienen muy pocas imágenes donde mirarse. Ven a la política y a los políticos alejados del mundo cotidiano, de las verdaderas necesidades de la gente”.
Roque Mario Tito Co-fundador de la Segunda filial de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos
“Hace 25 años, los que éramos militantes del Partido Intransigente, queríamos crear una alternativa a los partidos tradicionales, que encarnara lo mejor de la banderas Nacionales y Populares del Peronismo y el Irigoyenismo y lo proyectara a un Socialismo Nacional y Libertario, la socialización del poder, la riqueza y la cultura, eran nuestro objetivo”. Asegura que “todos creíamos, aquel 10 de diciembre que junto con la Democracia, como sistema de gobierno y estilo de vida, se iban a dar las condiciones para construir una sociedad más justa y más humana”. Tito esta convencido que “es mucho lo que se avanzó en la construcción de un sistema democrático. Pero todo esto se empequeñece ante la gran frustración de la Democracia, en no haber tomado los que gobernaron, las medidas transformadoras que resolvieran la pobreza, la exclusión, la indigencia de millones de compatriotas. Mientras miles y miles de hermanos se acuesten con hambre, no será posible edificar una Democracia Real y Participativa. Cuales fueron las causas para que no se tomaran esas medidas, serían motivo de un largo documento, sintetizándolo, la falta de voluntad política en algunos, la claudicación en otros, la fuerte oposición de los sectores de privilegio a simples medidas distributivas, el papel de los grandes medios de comunicación convertidos hoy en portavoces e instrumentos de esos factores de Poder, dificultaron un accionar más decidido”. Además, “la militancia fue inficionada por el postmodernismo posibilista e individualista, se amolda la política y la ideología a los intereses personales o al poder del más fuerte y se desvirtúa o traiciona las razones que llevaron a la participación política. A su vez esta situación estimula y fomenta la dádiva desde arriba, incentiva la corruptela y desprestigia la actividad militante. Romper este círculo perverso de la vieja política no es nada fácil. Vencer estos obstáculos es el desafío de la Nueva Política., están los jóvenes, fundamentalmente, recorrer este difícil camino, con organizaciones autónomas, con peso propio y consolidadas en sus principios”.