En tanto, en diálogo con Radio 10, Beláustegui confirmó que no hubo de su parte un intento físico de cruzar, que le pegaron con un palo y le manotearon la filmadora. «Se me avalanzan cuatro y uno con un palo me da un golpe en la cabeza. Empecé a sangrar y se retiraron todos».
En cuanto a la herida, reveló que «era un tajo para suturar, pero dada la cantidad de horas» que tardó hasta el hospital, no lo pudieron suturar y quedará un tajo más grande.
Relató que estaba con su señora y que los tres gendarmes que había a 50 metros «no detuvieron» a los responsables ni «hicieron actas». Explicó: «No pude transitar por las rutas de mi país, no me dejaron pasar con mi auto aunque fuera al sanatorio, tuve que dar la vuelta por el puente de Colón».
«La justicia de mi país no apareció. Siento que la República, como división de los tres poderes, se nos va deshaciendo entre nuestros dedos sin tener posibilidad de hacer nada», consideró.
La noticia trepó hoy en las primeras planas de todos los diarios de Uruguay. Beláustegui aclaró a C5N que tiene todo filmado: «Empieza una discusión de palabra, eso está filmado. Yo retrocedo, cuando veo que la discusión se torna más en voz alta. Cuando llego al auto ya me venían siguiendo los cuatro o cinco personajes del piquete, me tiran una rastra de púas antes y otra después del auto, con lo cual me quitan la huida. Agarro la de atrás, la tiro al costado del camino, y veo que se me vienen encima y ahí me pegan con un palo en la cabeza. Sí, tengo filmado, lo voy a poner en Youtube».
El incidente ocurrió cerca de las 15 de ayer cuando Beláustegui, de unos 45 años, quiso cruzar el puente que une Gualeguaychú con Fray Bentos, en Uruguay, durante la movilización organizada al cumplirse cinco años de la primera marcha en oposición a la pastera Botnia.
En el diario uruguayo La República, el ingeniero argentino fue fotografiado al llegar a la aduana de Fray Bentos y contó que el palazo le provocó lesiones, traumatismos y mareos.
«Somos argentinos, estamos desde hace unos días en Uruguay y nos han tratado maravillosamente bien, cuando llegamos al corte había una barrera agresiva, pedimos paso, nos niegan poder pasar», había declarado. «Me tiran manotones a la cámara para no dejarme filmar, mientras seguimos discutiendo», agrega.
«Me sentí mareado y convulsionado, lleno de sangre, herido, pero ustedes pueden ver mis manos, no tengo heridas, no respondí a la brutal agresión, lo único que atiné, fue a tomar a uno de ellos de su saco y limpiarme la sangre, para marcarlo», dijo además. «El médico dijo que necesitaba asistencia médica pero no podía dejar mi vehículo tirado en la ruta, nadie me daba garantías por él y no me dejaron pasar para poder asistirme en un hospital».