Alguno confiesa que aún subsisten de lo que ganaron el 24 y el 31 de diciembre, cuando se les permitió ocupar la plaza 25 de Mayo.
Pero los números no dejan lugar a dudas. De 72 puestos disponibles, sólo cinco estaban ocupados el jueves pasado, aunque parecen más porque los escasos vendedores extienden su mercadería en los stands linderos.
Los puestos ubicados detrás fueron refaccionados y sirven como estacionamiento para un Peugeot 404 y un Fiat 128. Las escasas medias sombras que se extienden en los pasillos están, en su gran mayoría, remendadas a más no poder. Algunos vendedores, cansados de que se corten con las chapas al agitarse cuando sopla el viento, cortaron pantalones en desuso, los cosieron entre sí y los colgaron para ofrecer sombra a los escasos visitantes que asoman de cuando en cuando.
El clima, en su interior, no es mejor. Si bien todos se quejan de la situación, ninguno quiere hablar ante el grabador. “Que ellos hablen primero, déjame a mí al final”, responden. Una vendedora de La Bianca se quejaba de otra puestera porque el día anterior había instalado sus pertenencias en uno de los stands del frente, pero cuando volvió esa mañana encontró las medias sombras por el piso. Estalló un mini-escandalete donde no faltaron insultos, acusaciones y una exposición policial.
“Le molesta que tenga clientes fijos que me vienen a comprar. A ella no le compran nada”, dice la puestera de La Bianca por lo bajo. “Tiene un puesto en la puerta y otro ubicado estratégicamente en el medio, así se asegura que la gente le mire la ropa”, agrega. En realidad, no hay más puestos que mirar, excepto el puesto que está al final del pasillo principal, perteneciente a la confidente.
Esa es otra de las razones por las que la gente se alejó, dice un encargado municipal. “Los visitantes vieron que se gritaban, alguno mostraba un cuchillos o se peleaban a trompada limpia. ‘que vos regalás la ropa, que vos me robaste y así. Y dejaron de venir”, señalaba. Vendedores de afuera señalan que había gente que se dedicaba a correr a los puesteros para quedarse con la Feria. La hipótesis no es descabellada, habida cuenta de las internas que se perciben a poco de internarse en los pasillos.
Cerrar los puestos o cerrar el predio
Ceferino Ragone es el coordinador de la Dirección de Trabajo y Turismo. “La municipalidad le dió todo el apoyo a los vendedores que se encontraban vendiendo y deambulando en la peatonal. Se le armó la estructura con techos, había 72 puestos, de a poquito no se han podido mantener
Desde la Dirección de Turismo se toma asistencia permanentemente de la asistencia de los vendedores. “Actualmente se ven de tres a cinco puesteros”, dijo Ragone.
El municipio se comprometió a mantener la estructura y mejorarla en caso de que, al menos, concurran 15 puesteros en forma permanente. “Ese fue el compromiso que se suscribió 20 días antes de las fiestas, cuando había 15”, indicó el coordinador.
Ragone aseguró que algunos vendedores aseguran que les conviene vender “puerta a puerta”. Los que quedaron, es porque “sus clientes son fijos y saben que están ahí”. Pero está convencido que al lugar “le falta promocionarse un poco más”. Igualmente, reconoce que a la Estación Norte, la gente no concurre habitualmente. “No es un paseo”, dijo.
La ausencia de vendedores abrió un signo interrogante en el municipio. “Vamos a esperar un tiempito más. Si siguen concurriendo estos pocos nomás, vamos a buscarles un mejor lugar”. ¿El municipio puede alquilarles un lugar para que se instalen?. “Por ahora no”, repitió tres veces Ragone. “La idea es darles un apoyo, darles la habilitación y ayudarlos con los sanitarios, pero que ellos busquen un lugar y lo alquilen ellos”.
La otra posibilidad es mejorarles el predio. “Le haríamos un cerramiento de los laterales de la parte de atrás para protegerlos del viento y del calor. Pero no pueden dejar la mercadería”. El intendente se reunirá con los puesteros, para ver si se justifica el gasto. “No vamos a hacer un gasto para que no haya nada ahí”. La reunión será a fines de enero. “Dentro de dos semanas nos vamos a reunir para ver que es lo que piensan ellos”.
Hay posibilidades que el tren turístico comience a trabajar en el andén. Ragone fue explicito al respecto. “Esto te lo informo según lo que nos dijo Bermudez, de la Cooperativa FERROTUR. Ya están trabajando para traer los vagones. Van a comenzar a trabajar acá, en el andén oeste. Se va a habilitar una boletería para que salga el tren turístico”, dijo.
El Tren Turístico puede convertirse en una bisagra para la Feria. O bien, atrae gente que les permitirá mejorar la venta, para lo cual el municipio se compromete a invertir en el cerramiento o, debido al aspecto paupérrimo que presenta el lugar, será derribado para mejorar la vista del andén.
Una apuesta perdida
En marzo del año pasado, apoco de inaugurarse el predio, los vendedores ambulantes ya se quejaban de la exigua afluencia de visitantes y las escasa ventas. Mientras algunos pensaban en prender gomas en la puerta, otros amenazaban con volverse a la peatonal. Fernando Bertolini, representante de los vendedores en ese momento, aseguraba a Redes que debía primar la paciencia y esperar que el tiempo ayude a que la feria a dar frutos.
“Nosotros vinimos del paraíso al desierto. Esta es una criatura que nació y tenemos que enseñarle a caminar, a hablar. Yo estoy convencido que de acá a unos meses esto va a ser muy lindo” añadió. Faltaba mucho pero Bertolini apostaba todas sus fichas a La Feria de las Golondrinas, la Fiesta de los Inmigrantes y la de la Citricultura. “Todo esto va a estar en el predio y va a ser importante para nosotros” finalizó.
Sólo la Fiesta de los Inmigrantes se realizó en el predio Concordia Norte. Pero sobre el ala derecha del predio y el escenario la daba la espalda a la feria. Por supuesto, la mayoría de los vendedores, con el correr del tiempo, se fue. Incluido, el propio Bertolini.