El director aseguró que Sotelo, el agente detenido en la Unidad Penal Nº 3 acusado del homicidio de la remisera Marta Cabral y el sargento Pablo Barreto, era un alumno “educadito, normal”. Al respecto, mencionó que el primer día que pasa un aspirante debe superar un examen psicológico. “Pasa por un gabinete; una prueba de dos horas con un gabinete que viene de Paraná”, dijo el director. Sotelo atravesó sin inconvenientes el examen. “Acá toda la gente que entra, entra sin observaciones. Están aptos al servicio y yo no puedo rebuscar o dar vuelta los papeles porque entro hasta yo en tela de juicio”, señaló.
“Ya hace un año y dos o tres meses que está trabajando este muchacho. Hay que ver donde estuvo la falla. Todos somos culpables, yo reconozco que en algún caso hemos fallado. Alguien en algún momento falló: la familia o él o nosotros o porque se rodeó con gente que no tenía que rodearse. Por eso se le pide a la familia que lo estén mirando, que lo apoyen, que le hagan de contención porque es una carrera muy desgastante y a veces rayamos con los límites. Hay que tener mucho ciudadano”, dijo Jaluf.
“De ninguna manera yo me quiero sacar el peso que a mi me corresponde. Considero que antes que nada somos seres humanos y podemos convertir un error en cualquier momento y hasta convertirse en un horror como lo que pasó”, dijo Jaluf. “Lamentamos muchísimo lo ocurrido”, agregó.
“Las conductas son personales y en eso nosotros no entramos a tallar. Es lo mismo que yo salga de mis servicios y en mis horas francas cometa ilícitos. Acá lo que se tiene que ver es la responsabilidad individual”, aseguró.
El director de la Escuela dijo que la institución otorga contención y, al mismo tiempo, es exigente. Al mismo tiempo, manifestó que hay jueces y abogados que dictan seminarios. Los alumnos deben aprobar 15 materias relacionadas con Derecho. Uno de las profesoras es la jueza de Menores de Paraná, Marcela Davite de Acuña. También “la Dra. Federik de Villaguay; el doctor Zabala de Villaguay; el periodista José María Serroels, el doctor Gomez del Río”, precisó.
Además manifestó que el tiempo del curso se incrementó de tres a seis meses. Incluso la última promoción tardó ocho meses en graduarse aunque dos semanas estuvo cerrada la escuela. Consideró que el tiempo es suficiente para brindar una buena formación. “Hay otras fuerzas que se preparan seis meses y se van a trabajar a Buenos Aires”, comparó.
“El manejar un arma es ya una responsabilidad absoluta”, dijo Jaluf. Por ello, dijo que se hace especial hincapié en la familia cuando el agente tiene un traspié. “Hemos tenido charlas con nuestros párrocos, ha venido el obispo a tomar la comunión. Le hemos dado mucho énfasis al tema de la contención”, argumentó.
Jaluf negó la posibilidad de que algún aspirante llegue con una recomendación política. “Yo no he recibido hasta el momento nunca que me hayan dicho: ‘Jaluf haceme entrar a Fulano’ porque las cosas no son así. Hay un compromiso con la sociedad y nosotros nos debemos a la sociedad”, indicó.
Respecto de la posibilidad de que algunas cuestiones cambien dentro de la escuela, mencionó que de ahora en más será un requisito el secundario completo. Hoy alcanza con el tercer año de la secundaria aprobado aunque eso no significa que todos tengan ese perfil educacional porque mencionó que hay profesores de educación física, estudiantes de Ingeniería y hasta un abogado recibido que realizaron el curso. Incluso mencionó que hay un número importante de egresados que cursa en la escuela de agentes de oficiales. “Esas son las cosas que por ahí la sociedad desconoce”, indicó.