Afuera del impuesto quedarían fortunas por debajo de los 1000 millones. Es decir, empezarían a pagar a partir de los 1001 millones de dólares como fortuna. Entre los exentos se podrían contar a la familia del ex presidente Macri, el CEO del grupo Clarín, Héctor Magnetto, Los Herrera Noble, los herederos de Fortabat, Los Urquía, De Narvaez, Quintanilla, Roggio, Blaquier, entre tantos otros ricos de enorme magnitud que nunca escatimaron en hacer negocios a costa del Estado Nacional y llevarse buena parte de sus jugosas ganancias a los paraísos fiscales, lejos del fisco y las desavenencias económicas.
El presidente de la Honorable Cámara de Diputados, Sergio Massa, en uno de sus tantos raptos demagogos, supo decir que estaría dispuesto a evaluar una baja del 40 por ciento en las dietas de todos los políticos, lo que le permitiría -según sus proyecciones- un ahorro de 200 millones de pesos cada 5 meses: Unos 480 millones de pesos anuales para no complicar tanto al lector.
Una cifra nada despreciable, claro, y una medida por demás exigida desde un sector de la población que tiene animadversión con la clase política. Pero tampoco es mentira que algunos políticos -y funcionarios de Justicia, podríamos agregar- cobran mucho dinero. Aunque si sacamos el foco a la desprestigiada labor política y corriéramos el velo de las grandes fortunas que existen en el país, las cuales suelen carecer de virtudes y bondades desde sus orígenes, tendríamos un resultado mucho más contundente.
Por ejemplo, si sólo se les cobrara el 1 por ciento de impuesto extraordinario a las grandes fortunas a aquellos que posean más de 1000 millones de dólares, y sólo sobre el excedente de esa base monstruosa de dinero, la recaudación sería de unos 167 millones de DÓLARES contra los 480 millones de pesos anuales promedio calculados por el presidente de la Cámara de Diputados.
Si tomamos un dólar de valor intermedio -150 pesos- estaríamos hablando de una recaudación de 25050000000 de pesos. Eso sólo con el aporte de 9 argentinos que son mil millonarios, según los últimos datos de la Revista Forbes de Julio de este año.
Es decir, un ahorro anual -o una recaudación, como se quiera ver- 52 veces más que lo estimado por Sergio Massa evaluando recortar en un 40 por ciento las dietas de los funcionarios políticos.
Imaginen la “masa” de dinero si la medida, en lugar de los 1000 millones de dólares, partiera de una base imponible menor, entre los 100 ó 500 millones de dólares, por ejemplo…
No, claro. Es casi imposible de imaginar y dimensionar, sobre todo, pensándolo desde el devaluado peso argentino.
¿Quiénes serían esos 9 “desafortunados”?
De acuerdo al último ranking de la revista Forbes – que brinda de manera anual una referencia estimada sobre patrimonios de las grandes fortunas que varían día a día- los mil millonarios, los que tienen más de mil millones de dólares de fortuna en Argentina son 9 personas y/o familias.
El uno es Alejandro Pedro Bulgheroni y familia. Según el ranking Forbes tendría un patrimonio declarado de 5400 millones de dólares, la cuenta es fácil, pagaría sobre un excedente de 4400 millones sobre los 1000 de base. Es decir unos 44 millones de dólares anuales.
Marcos Galperin, que según se estima habría aumentado de manera considerable su fortuna durante -y gracias también- la pandemia de Covid-19 y sus medidas restrictivas. El CEO de Mercado Libre tenía, en julio del corriente, según lo estimado por la revista, unos US$ 4.200 millones, un número que a esta altura estaría desactualizado. Pagaría sobre 3200. Es decir, 32 millones de dólares anuales.
El tercero en la lista es Paolo Rocca y familia, cuya riqueza patrimonial ascendería a los US$ 3.400 millones. El empresario – el que hecho a 1500 trabajadores a principios de la pandemia, motivo por el cual el presidente Fernández catalogó su actitud de “miserable”- pagaría el 1 por ciento sobre 2400 millones de dólares. Es decir, 24 millones
En el cuarto puesto, siempre bien arriba, está Gregorio Perez Companc y familia. El “Goyo” contabilizaba en julio unos US$ 2.700 millones. Pagaría entonces 17 millones por su excedente.
Alberto Roemmers, el dueño de los laboratorios homónimos y otros negocios, que durante los meses posteriores al relevamiento de Forbes se calcula -también gracias a la pandemia- habría aumentado su fortuna. Por entonces contabilizaba unos US$ 2.400 millones. Es decir que pagaría 14 millones anuales.
Hugo Sigman y Silvia Gold tienen US$ 2.000 millones y pagarían 10 millones de dólares. ¿Quiénes son? Manejan el Grupo Insud, un conglomerado de más de diez empresas. El origen es Grupo Chemo, que hoy está presente en más de 40 países y tiene 11 plantas industriales. Su director general es Lucas Sigman, uno de sus hijos. A través de Exeltis operan Elea-Phoenix (50% Sigman y 50% Sielecki). Con mAbxience, desde 2009, se especializan en la investigación y desarrollo de anticuerpos monoclonales. Entre otros emprendimientos agropecuarios y forestales, Insud tiene el 33% de Biogénesis Bagó, el mayor proveedor veterinario del país.
Jorge Pérez tiene US$ 1.900 millones y es conocido, en un ambiente ajeno a la enorme mayoría del pueblo argentino, como El «rey de los condominios». Según dicen forjó su reputación en Miami, donde lleva desarrolladas más de 90.000 unidades. Según informó Forbes, Invirtió US$ 250 millones en el SLS Lux de Puerto Madero, su primer gran proyecto en Argentina. Él pagaría unos 9 millones de dólares.
La Familia Werthein tiene – mejor dicho, tenía en julio, según Forbes- un patrimonio de US$ 1.900 millones. ¿Quiénes son estos desconocidos para la mayoría? Los Werthein poseen porciones igualitarias de una fortuna estimada luego de importantes ventas, como su paso por Telecom y el Standard Bank, que vendieron a ICBC. El conglomerado participa en el negocio de los seguros desde 1990. Son dueños del 100% del capital de Experta ART y de Experta Retiro S.A. Tienen un pie en la industria de consumo masivo (con Cachamai), emprendimientos agropecuarios, y acaban de desprenderse de su participación en TGS. También pagarían 9 millones de dólares anuales.
Edith Rodríguez con US .700 millones está entre las más pobres de los más ricos de los ricos. De bajísimo perfil, Edith Rodríguez es la viuda de Luis A. Rey, fundador de Pluspetrol, la tercera petrolera del país con más de 40 años en oil & gas. Es la mujer más rica de Argentina. En enero de 2019 invirtió US millones para quedarse con la minera canadiense LSC Lithium Corporation. Pagaría 7 millones de dólares.
Y llegamos al más pobre de los ricos más ricos de la Argentina, según el último ranking de la revista Forbes, Eduardo Eurnekian, quien “apenas” alcanza una fortuna de US .100 millones. Hijo de inmigrantes armenios, comenzó su carrera en el rubro textil, con la firma Usal, representante de Puma. Desarrolló el sistema de televisión por cable con Cablevisión y fundó Multimedios América. Su caballito de batalla es la división aeroportuaria de Corporación América, que opera 52 aeropuertos en 7 países. El holding también comprende gas y petróleo con CGC; producción de biodiesel con Unitec Bio; la constructora Helport; Corporación América Real Estate y el banco digital Wilobank, entre otras. Eurnekian tuvo sus escándalos durante su paso por la Aerolíneas Argentinas privatizada durante el menemismo. A él, en este futuro utópico que nos imaginamos, le tocaría pagar 1 millón de dólares por año en concepto de impuesto a las grandes fortunas.
«¿Para qué te votamos?»
“Es necesario un esfuerzo de parte de aquellos que más tienen”, dijo el presidente Alberto Fernández.
Sin embargo, van 8 meses de pandemia y crisis económica, y el proyecto de un impuesto Extraordinario a las Grandes Fortunas parece dormir en “el sueño de los (in)justos.”
