Según el profesional, «el virus del COVID 19 -al igual que cualquier otro virus o bacteria ya conocido – ataca con mayor facilidad a las personas más vulneables en materia de salud y provoca lo que se conoce como una falla en todo el sistema inmunológico, acelerando o agravando de esta manera los cuadros preexistentes y pudiendo llegar a provocar la muerte».
Es sabido que el virus afecta principalmente a los adultos mayores o personas con graves patologías respiratorias, cardiovasculares, diabéticas, obesidad, etc, es decir, la famosa población de riesgo. «En estos casos, que sin dudas son mayoritarios, el paciente muere ‘con’ Coronaviurs, y es importante destacarlos porque seguramente la presencia del virus aceleró o agravó un estado incial que sin el contagio no hubiese sucedido», remarcó.
«Y esto pasa con cualquier otro virus o bacteria que ingrese a un sistema inmunológico vulnerable, pero la verdadera peligrosidad del COVID 19 radica justamente en el alto nivel de contagio y la carencia hasta el momento de un metodo de prevención mas eficiente que el distanciamiento»
Por otro lado, las muertes ‘por’ coronavirus son aquellas en donde no existen patologías previas, sino, la única y directa afectación que provoca el virus en el sistema inmunológico. «Si bien el número de víctimas es menor que cuando hay una enfermedad preexistente el riesgo existe y lo hemos visto en pacientes jóvenes y saludables – incluso menores – que han contraído la enfermedad.», explicó el profesional. «En Argentina, se ve en menor cantidad juntamente por las medidas de prevención vigentes contra el contagio, pero sí lo hemos visto en países donde las cifras son mucho más altas»
Además, «se puede ver también que hay muchos rebrotes, ciudades del mundo que parecían retomar a una pseudo normalidad y tuvieron que volver a fase 0 por nuevos contagios. O personas que ya tienen los anticuerpos y ahora parece que una vez que éstos se diluyen se pueden otra vez contagiar, con lo cuál, cada vez hay más focos y mayor cantidad de muertes», explicó. «De hecho, hay personas que tuvieron la enfermedad y quedaron más vulnerables, por lo que se convierten ahora en pacientes de riesgo».
La letalidad de este virus con respecto a otros es la facilidad y rapidéz de contagio – lo que provocó una expansión mundial en cuestión de meses – y la ausencia por ahora de una vacuna preventiva – que termina por saturar al sistema de salud y dificultando la atención médica. «Pero la realidad es que existen otros tantos virus similares en el mundo, pero con un nivel de contagio menor o con exposiciones mas específicas y métodos de prevención», señaló García.
En conclusión, la importancia de diferenciar un fallecimiento ‘por’ coronavirus o ‘con’ coronaviurs es fundamental y radica justamente en el nivel de expansión que alcance: A mayor cantidad de contagios, mayor posibilidad de que mueran personas completamente saludables o sin enfermedades preexistentes. Y por eso es que se acentúa tanto el aislamiento o distanciamiento social, el tapabocas y la higiene como primer medida de prevención, porque si bien empeora la condición de quien ya tiene una salud vulnerable, el COVID 19 contagia a todos por igual y no hay forma de saber qué consecuencias traerá en cada ser humano», concluyó.