La concejala Carola Laner publicó en su cuenta de la Red Social Facebook que “La presencia de Grabois y funcionarios Nacionales amparando las usurpaciones, dirigentes de Entre Ríos, integrantes del oficialismo preocupados por aclarar que no hay «usurpación», es la mejor prueba de que esto no se trata meramente de un conflicto familiar ni un mero sucesorio, fundamentalmente es político, ideológico y sobre todo delictual. Nos avisaron que venían por todo. No venían mejores.”
La concejala, por ignorante o irresponsable -tal vez ambas-, obvió que la Justicia Entrerriana argumentó que la decisión de no dar lugar al pedido de desalojo, por parte de los hombres de la familia Etchevehere, responde a que se pudo comprobar que «la sucesión no está concluida» y confirmar que en 2018 “las partes exhibieron una asamblea en la que a la hermana le corresponden 129 hectáreas”.
Según el juez subrogante, Raúl Flores, “la medida cautelar del desalojo fue rechazada porque incluso la querella presentó una asamblea del año 2018 en la que los hermanos se reparten unos bienes, y le ceden a la hermana (Dolores Etchevehere) 129 hectáreas del campo donde ahora ella está instalada”.
Incluso el juez a cargo de la sucesión familiar, Martín Furman, “dice que la sucesión no había sido concluida”, según señaló Flores. “Se había aprobado un inventario parcial de 23 inmuebles y se había acreditado la titularidad de algunos de ellos, pero en el caso de Casa Nueva (el campo en litigio) el título nunca fue presentado por los señores Etchevehere”.
Los que parecen que volvieron mejores son los nostálgicos del Golpe Militar
En tanto que el inefable y provocador empresario, “comedido” en asuntos acuciantes, Hector Daniel D’Ambros, felicitó a Laner por su resumen de la situación y expresó que si lo que acontece “NO ES USURPACION entonces qué es?”
A diferencia de Laner, el magnate de la miel y de los árboles, D’Ambros, se expresó confiado en la Justicia, que considera será la que se encargará “de poner las cosas en su lugar”. Tal vez por eso, por su renovada fe en las instituciones, las mismas que fueron arrasadas durante la última dictadura cívico militar -años en los que reconoció haber trabajado para Prefectura, aunque no especificó haciendo qué cosas-, expresó que “esta vez no señores, no vamos a cometer los mismos errores que en los 70, ahora somos mucho más inteligentes, los que involucionaron son los mismos retrógrados pseudo populistas traidores a la patria”.
Sin duda que los golpistas evolucionaron: Honduras, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Brasil, entre otros, con golpes blandos, Lawfare, insurrecciones policiales, manipulaciones mediáticas y boicots económicos, son botones de muestra de cómo los sectores con afán destituyente han perfeccionado sus métodos casi sin necesidad de enchastrarse las manos y mandar a otros a hacer por ellos el trabajo sucio, como sucedió con los militares, que ya no se muestran serviles a las causas de esos pocos alucinados y privilegiados, y que, al fin y al cabo, fueron los únicos que pagaron con pena de cárcel y condena social sus acciones durante la dictadura.
