La foto es la de los hombres que constituyeron la Primera Junta. Observemos que no había ninguna mujer, no era raro para la época, pero en Europa, varias mujeres ya hacían y habían hecho historia como líderes políticas; un detalle que no es menor, porque naturalizamos la ausencia de la mujer en el relato histórico; como si fuera una marca de época y es bastante discutible. No es que no hubiera mujeres activas políticamente, es que el relato histórico las borro.
Sigamos con la foto de aquella Primera Junta : Cornelio Saavedra, proveniente de una acaudalada familia porteña, dominaba el comercio del puerto y era miembro capitular del Cabildo, transformado en militar durante las Invasiones Inglesas; aún se debate entre los historiadores, si firmó o no el documento, en el cual en 1806, el General Beresford proponía que voluntariamente los vecinos de Bs As juraran lealtad a su Majestad Británica; lo que sí se puede afirmar que aceptó ser confirmado en su cargo del Cabildo, por Beresford, a lo que Belgrano se negó.
Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Castelli son indudablemente los más revolucionarios. Mariano Moreno formado en la Universidad de Chuquisaca, político y periodista, hijo de una de las pocas mujeres de Bs. As. que sabía leer y escribir, el mayor de 14 hermanos, uno de los cuales fue miembro fundador del partido federal porteño. Manuel Belgrano, formado en Salamanca y Valladolid, España, en épocas de la Revolución Francesa, a la que observó atentamente, y autorizado a acceder a la llamada “Literatura Prohibida”, que lo influyó con las ideas de todos los grandes filósofos de la revolución y la fisiocracia. Castelli, por su parte estudió en el Real colegio de Monserrat, en Córdoba, donde se contactó con las ideas revolucionarias del Padre Suárez; Castelli partió luego a la Universidad de Chuquisaca. La estadía en el Alto Perú de Moreno y Castelli, fue indudablemente influyente para construir su pensamiento revolucionario.
Juan José Paso y Domingo Matheu, ambos provenientes de familias comerciantes, son los que, podríamos decir, transitaban la “ancha avenida del medio”. Juan José Paso, había estudiado también en el Colegio Monserrat, y Matheu participó activamente en política hasta que el poder se fortaleció en Bs As, hacia 1817, época en la que abandonó la política y se dedicó a sus negocios comerciales. Ambos, junto a Cornelio Saavedra, fueron los únicos que continuaron en el gobierno, cuando se constituyó la Junta Grande, momento de inflexión, para analizar el devenir de la, hasta ese momento, pretendida Revolución soberana.
Miguel de Azcuénaga y Juan Larrea fueron lo que podríamos llamar hoy: La centro derecha. En la Primera Junta, siendo uno, de una familia de alcurnia en la ciudad y ambos comerciantes, representaron esos intereses. Dentro de sus logros políticos es de destacar que Matheu fue el primer Gobernador de Bs As. nombrado en 1812, por el Primer Triunvirato y participó de la Sanción de la Constitución de 1819, que las provincias no llegaron a aceptar, por Centralista y Unitaria. Mientras que Larrea fue parte del Segundo Triunvirato y del Directorio de Posadas, encargado de lo que hoy llamaríamos el ministerio de economía. Ambos realizaron inversiones en la fabricación de armas y uniformes militares.
Alberti, si bien representó a la curia, su recorrido también por el Colegio de Monserrat y algunas ciudades del “interior” como Concepción del Uruguay, Maldonado y Magdalena, le dieron una mirada libertaria, que defendió apoyando especialmente a Moreno. Su participación política fue corta, porque al igual que Moreno, fallece en 1811
¿Por qué este análisis de quién es quién en la Primera Junta? Porque como todo hecho político representó intereses, y quienes participaron de ella tenían marcados intereses económicos y de poder.
El devenir de la Revolución significó que pocos meses después, los revolucionarios partieron del centro de la toma de decisiones, enviados con el fin de “defender” la revolución, uno hacia Paraguay (Belgrano) otro a Córdoba (Castelli) y el más jacobino de todos, a Europa (Moreno) muriendo misteriosamente en el viaje. Mientras Saavedra, en Bs As., construía poder y se fortalecía, en alianzas con comerciantes y militares. Ese devenir derivó en la Junta Grande, posteriormente los Triunviratos y finalmente los Directorios. Una decantación paulatina del poder, concentrado en la ciudad portuaria de Bs. As., donde primaba el comercio con Inglaterra, y poco a poco el único puerto de salida de la producción del territorio nacional. Se comienza así a construir, lo que hoy conocemos como oligarquía porteña, que maneja el comercio de exportación e importación e inicia una larga disputa por la renta que el puerto genera. Disputa que aún debatimos, intentando que las grandes fortunas, producidas de tal economía, paguen sus tributos al fisco.
La historiografía nos muestra que hay dos líneas bien marcadas, que puede servirnos para reconocer las líneas políticas gubernamentales que han regido el devenir de nuestra Nación. Una tiene su origen en el 25 de Mayo, con Saavedra, Matheu, Larrea y su continuidad con el centralismo porteño, anteriores a la sanción de la Constitución, dando paso a los gobiernos europeizantes de la segunda mitad del S.XIX. y posteriormente a las dictaduras militares que atravesaron el S.XX, los gobiernos neoliberales de fines de los 90 y el último, que culminara el año pasado. Esta línea reivindica fundamentalmente, el comercio exportador-importador, el modelo cultural europeizante, la prevalescencía del puerto y CABA, como centro de poder: “Dios está en todas partes, pero atiende en Bs As”, hemos naturalizado. “Argentina granero del mundo” tal como lo pedía Inglaterra desde aquel 25 de mayo
La otra línea iniciada en esta misma Primera Junta: Moreno- Belgrano- Castelli, continuada por San Martín, reuniendo el Congreso Independentista en Tucumán, porque Bs As. estaba en relaciones carnales con Europa. San Martín, con su idea de Patria Grande; Rosas, defendiendo la soberanía territorial y dando el puntapié al desarrollo de las ideas federales; continuado con Irigoyen y Perón, fundadores del Radicalismo y Peronismo, los dos movimientos de raíces populares que marcaron el S.XX y que, con aciertos y errores, fueron los que otorgaron la mayor cantidad de derechos políticos, económicos, sociales y culturales al pueblo argentino, pero que también recorrieron el camino de la integración latinoamericana.
En definitiva, el 25 de mayo tiene una historia compleja, más allá de, si hubo o no paraguas, y si se repartieron o no escarapelas. En el 25 de mayo se comienza a construir una idea de Nación que cristaliza luego de 1861, en el territorio macrocefálico que, aún hoy, dista mucho del federalismo que pretendieron los gauchos, en las guerras de organización del estado nacional.
Interpretar a nuestros dirigentes de hoy y su mirada sobre aquella gesta patria, son datos para saber qué defienden, qué valoran y qué posibles políticas definirán para el soberano pueblo argentino.
Lic.Verónica López
Tekoá Cooperativa de Trabajo para la Educación