A partir de ahí todos nos convertimos en sospechosos; solamente por ser joven y tener el cabello largo era peligroso, también lo era toda familia que hacía reuniones hasta tarde de la noche en su casa. Los Concordienses debemos recordar, cuando por la TV local aparecía el Teniente Coronel Dasso, jefe del regimiento local, pidiendo a las empleadas domésticas que debían denunciar todo acto sospechoso en la casa donde trabajaba, dando a continuación las causas del mismo. Por suerte, estos acontecimientos, no pasarán NUNCA MÁS en nuestra patria. Le debemos esto a un presidente corajudo llamado Raúl Alfonsín, que creó la CONADEP presidida por Ernesto Sábato, y mandó a juicio a las Juntas militares, culpables del horror de esos años, juicios llevados adelante por tribunales con leyes de la democracia. Hoy, cuando pasaron 35 años de aquel triste acontecimiento, va nuestro homenaje a aquel presidente campeón de la democracia; a la inmensa mayoría del pueblo argentino que acompaño estas medidas; a las madres de aquella época que arriesgando sus vidas, denunciaron al mundo este horror y finalmente a quienes siguieron defendiendo los verdaderos DERECHOS HUMANOS, luchando por un país más justo y solidario. “ La memoria es el cimientos de un país”
HEMOS CONSEGUIDO LA DEMOCRACIA POLÍTICA, VAMOS POR UNA DEMOCRACIA SOCIAL.
