Una ciudad con fértil arraigo en la producción agropecuaria, pero también con un claro perfil industrial, mercantil, que ha sabido armonizar los intereses del desarrollo con un alto impacto en materia turística y siempre buscando y trabajando para la sustentabilidad.
Gualeguaychú es una de las pocas ciudades ribereñas que está creciendo cuidando el río y hace mucho tiempo dejó de darle la espalda. Una ciudad ejemplo en participación ciudadana.
Una ciudad que se expresa con autonomía en materia educativa: con logros pioneros como sus escuelas y colegios, pero también con sus institutos de formación terciaria, y fundamentalmente con el vigor de sus universidades. Y en ese marco, cuenta también con un seminario para la formación de sus sacerdotes.
Una ciudad que se expresa con creatividad y talento en materia cultural. Ciudad de los Poetas, pero también de los artistas plásticos, los creadores musicales y el Carnaval, donde confluyen a manera de diálogo todos los talentos artísticos.
Una comunidad que ha forjado instituciones vitales en el campo educativo, cultural, gremial, de desarrollo y de entidades de bien público con fecundo tributo en el campo solidario.
Con valores estratégicos inmodificables como su ubicación geográfica, pero fundamentalmente con un valor espiritual que aportan sus vecinos, Gualeguaychú ha logrado ser madre de sus propias obras.
Larga e injusta sería la lista de sus vecinos que dieron nueva fisonomía al país. A manera de ejemplo recordar al genial Fray Mocho; a Juan José Nágera el primer geólogo del país y creador de la teoría de las 200 millas marítimas; al alférez José María Sobral el primero en pisar suelo antártico; a Gervasio Méndez, el poeta del dolor que le cantó al General San Martín cuando fue repatriado desde Francia; a Osvaldo Magnasco creador de las escuelas técnicas y tantos, pero tantos otros que han dejado sus huellas inconfundibles para enriquecer el alma de los argentinos como una herencia inmortal.
Gualeguaychú llega a sus 227 años, un aniversario joven y vigoroso porque aún tiene anhelos por construir.
Fuente: El Argentino