El hombre, expareja de la mujer e identificado como M.F.B.M, fue imputado como presunto autor del delito de «Homicidio Especial y Muy Especialmente Agravado por Femicidio en régimen de reiteración real, con un delito de Tráfico Interno de Armas de Fuego y un Delito de Porte y Tenencia de Arma de Fuego en concurso formal con un delito de Porte y Tenencia de Armas de Fuego en Lugares Públicos”.
Por este caso, se dispuso su prisión preventiva por el plazo de 180 días mientras la Justicia continúa adelante con la investigación y el embargo genérico por U$S 300.000, a solicitud de la defensa de la madre de la víctima.
El caso
Tatiana González tenía 40 años, tres hijos y uno por nacer. Había nacido en Salto pero vivía en Concordia y cruzaba regularmente a Uruguay. El miércoles 17 de agosto le había comunicado a su madre que cruzaría a Salto para visitarla e incluso le avisó cuando llegó al puente internacional. Sin embargo, conforme el paso de las horas, la madre de Tatiana no lograba comunicarse con ella y llamó a la Policía para hacer denunciar su desaparición.
Asimismo, dijo que la mujer había quedado en encontrarse con una expareja, padre de uno de sus hijos, con quien debía hablar.
Poco después se comprobó que su ingreso a Uruguay había sido registrado en el puente binacionales, y se montó de inmediato un operativo de búsqueda.
En la tarde del jueves se localizó el automóvil Peugeot 404 en el que se desplazaba Tatiana, y adentro encontraron sus pertenencias y rastros de sangre.
Ya en la madrugada del viernes, efectivos policiales hallaron finalmente su cuerpo sin vida en inmediaciones del Agua Salto, a unos 200 metros de donde estaba ubicado su automóvil. Según detallaron fuentes cercanas a la investigación, presentaba una herida de arma de fuego y múltiples golpes en el rostro y la cabeza, por lo que se presume que la víctima haya querido huir del ataque.
Por el hecho fue detenido M.F.B.M, quien se alojaba en un hotel céntrico de Salto, y admitió los hechos vertidos en su contra. El caso quedó en manos del fiscal Augusto Martinicorena, quien solicitó pruebas.