Unos 300 vehículos y alrededor de 200 ciudadanos a pie se convocaron esta tarde para una nueva marcha en contra del Gobierno Nacional. Los primeros bocinazos de la caravana se empezaron a escuchar cerca de las 16hs. Alrededor de las 17hs un puñado de oradores se animaron al micrófono y esbozaron sus reclamos por la Libertad individual, la independencia de la Justicia, la República y la propiedad privada.
Por momentos, cualquier extranjero desprevenido hubiera pensando que, en las calles de la ciudad, se estaba festejando un postergado y anhelado nuevo título de la Selección Argentina de Fútbol, porque todo era bocinazos y canticos de hinchada , hasta llegar cerca del pequeño “púlpito” improvisado en la plaza 25 de Mayo, donde se podían leer los carteles con consignas contra las políticas del Gobierno Nacional y estaban apostados unos parlantes con micrófono para que los disertantes pudieran exponer sus disgustos, reclamos y pretensiones.
Hubo reticencias – tal vez por miedo escénico- de los concurrentes a tomar la palabra.
La primera que se animó fue una señora de unos 50 años que -luego de reclamar por falta de libertad con un micrófono en mano, parlantes y en la principal plaza de la ciudad, en cercanías al edificio municipal, la iglesia y la policía- hizo hincapié en una aparente maliciosa intención del Gobierno Nacional por reformar la Justicia cuando, a todas luces, se trata de un tema secundario en este tiempo que se necesita hacer más hospitales para la gente.
La segunda persona en hacer uso del micrófono fue un hombre, adulto mayor, que tomó la palabra para lamentarse de los sucesivos gobiernos peronistas que destruyeron la provincia y la ciudad y, para peor, la mayoría eran y son de dirigentes concordienses.
La tercer, y última oradora de la tarde, fue una adolescente de unos 17 años, que se presentó como Esperanza, quién expresó su congoja por no poder salir a bailar por las noches, juntarse con amigas, no poder practicar los deportes que ama de la manera que los disfruta (eso sería -según explicó- tener que practicar su actividad deportiva dentro de una cuadrícula pintada en el piso para mantener la distancia social recomendada respecto a sus compañeras de equipo; un embole, en fin), por no tener Fiesta del Estudiante, viaje de estudio y carrozas. Todo justo cuando le tocaba transitar el último año de la secundaria, como si el destino y el gobierno se hubieran complotado para su infelicidad y la de muchos jóvenes más.
La manifestación duró unas dos horas aproximadamente y, después de las escuetas palabras de los oradores, lo que predominó fueron las banderas patrias, el Himno Nacional (al que lo cantaron en tres oportunidades), los bocinazos y las canciones de cancha como la clásica mundialista “Ohhh Argentina… es un sentimiento, no puedo parar… «
Entre las consignas esgrimidas, las que más se repetían eran: “Justicia Independiente”, “Respeto a la propiedad privada”, “No a la vacunación obligatoria” (para el Covid, se deduce) y “Libertad” .